
El análisis del programa electoral del PSC delata cómo su candidato, Salvador Illa, abraza la defensa de la "armonización fiscal" entre autonomías, de la que ERC hizo gala a finales del año pasado.
Bajo ese eufemismo se esconde el afán de acabar con las bonificaciones que en especial Madrid aplica a los impuestos sobe los que tiene competencia. De hecho, no es casual que el programa del PSC aluda expresamente al establecimiento de un "límite" mínimo para los tributos de Sucesiones y Patrimonio. Se sirve así del subterfugio de un supuesto dumping fiscal que nadie ha demostrado para atacar el legítimo derecho de las autonomías a competir entre ellas para atraer inversiones y riqueza. Lejos de ser su enemigo, Illa debería ver en Madrid el modelo a imitar.