Cellnex ultima con la operadora china Hutchison una histórica compra de antenas de telefonía en Europa. La firma española ya es un gigante de este sector por capitalización y por volumen de activos, pero el posible acuerdo con Hutchison aún la llevará más lejos. Dispondrá así de casi 100.000 antenas en el Viejo Continente, y su presencia se extenderá de los actuales nueve países a 12.
Pese a la gran magnitud de este salto, sería erróneo creer que Cellnex ya toca su techo. Su modelo de negocio, muy conocido en EEUU, todavía es novedoso en el Viejo Continente y su potencial está lejos de agotarse. De hecho, las telecos tradicionales aún afrontan la necesidad de externalizar la gestión de sus infraestructuras, lo que brinda el ecosistema perfecto para que Cellnex siga creciendo.