Un total de 67.500 empresas pertenecientes al pequeño y mediano comercio se han visto obligadas a cerrar sus puertas en los últimos meses. Y salvo que ocurre un milagro más propio de la Navidad, la previsión de la patronal es que al término de 2020 el 20% de los locales comerciales, unos 90.000, acaban quebrando.
El dato y las malas perspectivas evidencian que el comercio está resultando especialmente dañado por la segunda oleada del coronavirus y las nuevas restricciones que se están imponiendo en la mayoría de las comunidades autónomas para tratar de frenar los contagios. Por si fuera poco, todo apunta a que la pandemia también lastrará la campaña de Navidad, que es la genera más ingresos para el comercio, por lo que no bastará para compensar los daños que el sector arrastra desde marzo. Es por ello comprensible que muchas empresas estén empezando ya a tirar la toalla. Pero es previsible que en otros sectores económicos se empiece a producir el mismo fenómeno de cierre de empresas. Así lo indican en la hostelería, que pierde el 70% de sus ingresos desde marzo, y cuya patronal cree que "se cumplirán los peores escenarios y que un tercio de los establecimientos cerrará". El turismo, con una previsión de pérdidas de 106.000 millones para 2020 que ponen en riesgo 750.000 empleos, también refleja el pesimismo que reina en muchos sectores económicos. A pesar de ello, hasta ahora las cifras de quiebras de empresas estaban contenidas. Pero ese efecto es, por desgracia, temporal ya que se debe en parte al cambio legal que exime de la obligación de solicitar concurso de acreedores a las empresas en apuros hasta 2021. El problema es que a partir de esa fecha lo previsible es que se genere una avalancha de solicitud de quiebras en los juzgados.