
Sanidad asegura que el estado de alarma en Madrid cumplirá por completo su vigencia ahora prevista, hasta el día 23, e incluso abre la puerta a prorrogarlo.
Llama la atención la dureza con la que el Ministerio sigue tratando a esta autonomía, frente a la tolerancia que muestra con otros territorios en grave situación sanitaria, como Navarra. Pero especialmente llamativa es la laxitud de sus baremos para actuar así. Súbitamente, situó el límite tolerable de incidencia del virus por cada 100.000 habitantes en 200 casos (frente al límite inicial de 500) para, poco después, exigir una ratio cercana a 100 "o incluso a 60". El ministro Illa hace así gala de una arbitrariedad en la selección de sus criterios, supuestamente técnicos, que resta toda credibilidad a su gestión de la epidemia.