
Enfado de Pablo Iglesias con Alberto Garzón
El pasado viernes Alberto Garzón se desmarcó de la opinión de Unidas Podemos al abogar por pactar los Presupuestos "con todo el mundo". En otras palabras, y al contrario de lo que defiende Pablo Iglesias, el ministro de Consumo parece no tener inconvenientes en negociar las cuentas pública s con formaciones como C's e incluso el PP. "Con Ciudadanos tendremos que hablar, no entiendo por qué no íbamos a llegar a acuerdos de inversión en Ciencia o Educación. Quizás sea más difícil encontrarnos en materia laboral", fueron exactamente las palabras que Garzón pronunció. Pues bien, desde Podemos cuentan que a Iglesias le siguen irritando las afirmaciones de Garzón abogando por pactos que el líder de los morados considera "nefastos" y que ha vetado aunque pudieran salvar los Presupuestos, básicos para sostener la legislatura. Por si fuera poco, desde su entorno añaden que a Iglesias le gusta cada vez menos "la actitud rebelde" que Garzón está mostrando en otros aspectos respecto a la línea ideológica de Podemos durante las últimas semanas. "Alguno se empieza a preguntar si sigue siendo el líder de IU o si lo que quiere realmente es pasarse al PSOE", atacan desde el entorno del vicepresidente del Gobierno.
¿Se prohibirá fumar en playas y terrazas?
Ante el crecimiento constante del número de rebrotes del coronavirus en España, se comenta que algunas autonomías podrían ir un paso más allá en las medidas que están dictando para frenar los contagios. En concreto hablan de prohibir fumar en playas y terrazas para evitar que el humo del tabaco difunda el virus a más distancia y ponga en riesgo a más personas de contraer la Covid-19. Por lo visto, el propio Ejecutivo también tiene sobre la mesa una medida similar. De hecho, en la Ley Antitabaco que prepara se podría incluir una prohibición similar a la que ahora se estudia. No obstante, hasta el momento no hay certeza de que se vaya a dar tal paso.
El covid desluce el libro de Puigdemont
El semi-confinamiento decretado en Barcelona para frenar los brotes del virus ha chafado los planes de promoción que Carles Puigdemont tenía para su último libro, Me explico. De la investidura al exilio. El Covid obligó a sustituir la asistencia en persona de invitados que se había preparado para el pasado día 20 en Barcelona por una presentación telemática que pasó sin pena ni gloria. Cuentan que el expresident se quedó muy molesto.