Opinión

¿Bienvenida, Frau Leyen?

La presidenta de la Comisión Europea Ursula von der Leyen

750.000 millones de euros! Para regar la economía europea, 140.000 para España. Esa es la propuesta de la Comisión Europea que tiene que pasar por el Parlamento de Estrasburgo y el Consejo Europeo. Los diputados dicen que lo aprobarán si de verdad es para cambiar la economía. Los lideres del norte no quieren despilfarros, ni chanchullos. De hecho, aunque hay parte no reembolsable y otra en préstamos a bajo interés, se entregarán exigiendo a cada país un "plan de reformas nacional con propuestas para inversión y mejoras de la economía".

Es decir, no es dinero para gasto corriente administrativo, ni para subvenciones indiscriminadas. Una situación que ya vivió España con los fondos estructurales europeos. Fondos que dieron lugar a muchas infraestructuras que hoy gozamos (carreteras, trenes, hospitales, aeropuertos,...); dio trabajo, animó la economía y cambió la logística del país. Como beneficio colateral consolidó empresas constructoras, ingenierías y de servicios que se expandieron por el mundo, aumentando la exportación de estos sectores.

Los ministerios deben trabajar junto al sector privado para elaborar planes y proyectos de reestructuración

Pero eso ya está hecho. Ahora la dirección es otra. El Ministerio de Fomento no será el principal protagonista, como lo fue antaño. Lo serán, por ejemplo, los dedicados a la nueva economía: la tecnológica, la circular, la sostenible, etc. El rol de encauzar estas ayudas serán adoptado por otros ministerios como el llamado de Transición Ecológica o el de Economía y Transformación Digital, el de Industria, el de Educación y Formación Profesional, el de Ciencia, el de Agricultura y por supuesto el de Hacienda para recibirlos y repartirlos. Además hay que contar con los de Trabajo y Seguridad Social para la recuperación de los Eetes invertidos por el Estado. Demasiados para coordinarlos una Vicepresidencia; tendrá que ser la Presidencia. Una consecuencia del exceso de carteras al que obligó la coalición con UP.

Todos estos ministros, con el presidente Sánchez a la cabeza se prepararán para arrancar cada uno un trozo de los 140.000 millones para sus sectores. Pero les puede pasar como en Bienvenido Mr. Marshall (Luis García Berlanga, 1953). Los protagonistas de aquel film encarnados por lo espectaculares Pepe Isbert, Manolo Moran y Lolita Sevilla se prepararon con sus mejores galas para recibir a "los americanos" que les iban a llenar de bienes en aquella España pobre y cañí de la postguerra.

La propuesta aún debe pasar por filtros y por los europeos del norte que son poco receptivos a dar dinero sin garantías

El presidente Sánchez reunirá a sus ministros como Pepe Isbert, el alcalde de Villar Del Río hizo con su pueblo. Desde el balcón del Ayuntamiento comenzó con aquello de: como "alcalde que soy de vosotros, soy vuestro alcalde" (repetido varías veces). Ahora Pedro Sánchez dirá: "cómo presidente vuestro que soy, soy vuestro presidente y..." Ya está muy entrenado. Lo está haciendo todos los sábados a los españoles en los sermones sabatinos, pero sin la gracia de la película.

Los ministros se vestirán con sus galas más típicas, uno de científico, otro de agricultor u obrero industrial, millennial del software o ecologista en acción... como en la película, pero sin sombreros de ala ancha.

Luego esperarán a los hombres de Bruselas. No vendrán de negro (sería una mala broma después de los miles de muertos del coronavirus) sino de verde esperanza y pistacho ecológico. Pero pedirán los planes con urgencia y rigor y seriedad. Planes que deben estar dentro de los programas europeos.

Más le valiera a los distintos ministerios ponerse a trabajar con la ayuda de los sectores privados capaces de poner en negro sobre blanco los planes y proyectos de reestructuración económica de verdad. Hacer planes creíbles, serios y, desde luego, protegidos de la corrupción y el despilfarro. Deben saber que aunque los eurócratas vengan vestidos de colores "amables" no van a dejar pasar una. Siguen siendo guardianes de unos fondos que son de todos los Estados.

De todas formas no hay que lanzar alegrías demasiado pronto. La propuesta aún tiene que pasar por importantes filtros y los europeos del norte, últimamente, no son receptivos a dar dinero sin garantías. El tuit del Presidente Sánchez, que ayer decía que este plan responde en gran parte a las propuestas españolas es de lo más imprudente. Calladitos estaríamos mejor. No vaya a pasarnos como a los habitantes de Villar Del Río en la película. Los americanos ni pararon, ni dejaron dinero y ellos tuvieron que guardar sus galas y pagar la fiesta.

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