
Una vez más, los españoles tenemos que demostrar agradecimiento por los servicios del Banco de España. Cuando, como consecuencia de la caída de la cotización de la peseta, en los momentos finales de la Dictadura de Primo de Rivera, los economistas más importantes de entonces presionaron para que se actuase explicando el amplio conjunto de decisiones adecuadas para que el bienestar económico no se viese perturbado, iniciaron para ello un cambio en un aspecto del Banco de España. Se decidió que se vinculasen a él economistas importantes, que en aquel momento hicieron que, por ejemplo, Fernández Baños ofreciese en él, por primera vez, la balanza de pagos de España. A partir de entonces, se incorporaron multitud de altos expertos . Y desde luego, conviene señalar que las advertencias del Banco de España tienen mucha importancia y fueron una de las bases esenciales del gran cambio de nuestra economía, precisamente, desde 1959. Pero también existieron faltas de recepción por el Gobierno, respecto a sus consejos. Personalmente, recuerdo las desesperaciones de Luis Ángel Rojo, al observar el desprecio de las medidas aconsejables que estaba dando, cuando una crisis bancaria se llevó por delante al Banco Español de Crédito y a medio centenar de otras instituciones crediticias.
Dentro de la realidad económica mundial y debido a multitud de procesos de globalización existentes en mil aspectos de la vida económica, hay algo que exige la necesidad de tener en cuenta lo que, en ámbitos especializados, se señala sobre ella desde los expertos del Banco de España.
El Banco de España ya avisó del riesgo y de las respuestas económicas que debían darse
Esto lo hemos visto, en estos momentos, como consecuencia de la pandemia. En este caso, se trata de algo sucedido en un país concreto, como, de modo parecido, sucedió en el ámbito financiero, con la reciente crisis iniciada, en primerísimo lugar, por la quiebra de la entidad bancaria norteamericana Lever Brothers. La expansión de estos fenómenos muchas veces tiene una considerable rapidez y ello motiva que, ante el choque de esta epidemia, inmediatamente se haya vuelto la vista buscando la opinión del Banco de España. La encontramos de inmediato en su publicación Informe de Estabilidad Financiera. Primavera 2020, cuyo apartado inicial se titula Canales de transmisión y riesgos para la estabilidad financiera de la pandemia de Covid-19, donde, por ejemplo, se señala que el Banco de España, y a la vista de análisis adecuados, se encuentra efectuando un seguimiento "de la situación económica y financiera, y en particular, del sector bancario nacional", con el fin destacado de conocer cuál es la base actual de la economía española, y por ello presenta un análisis muy valioso de los enlaces del funcionamiento de nuestra economía en la presente situación internacional.
La crisis también se debe a las políticas del Gobierno para mantenerse en el poder
En mil ocasiones deberá echarse mano del mencionado Informe de estabilidad financiera, pero en este momento resulta de modo destacado lo que aparece en las págs. 103-121, bajo el título de Riesgo sistémico y respuesta prudencial al Covid-19. Es aconsejable leer detenidamente en este Informe, y, al mismo tiempo, observar si el mensaje sobre la política económica está actuando en el sentido que indica éste. Por ejemplo, "por tratarse de un shock extranjero, y no de un riesgo generado endógenamente por el sector financiero, la liberación de los colchones de capital constituidos previamente, permitiría que las entidades pudieran observar el previsible aumento de las pérdidas, sin que esto las lleve a restringir la oferta de crédito a proyectos precisamente viables. De esta forma, se evitaría que el sector financiero impulsase la recesión económica, pues seguiría proporcionando financiación a las empresas y a los hogares, línea que parece ser la que hoy se sigue".
En torno a estas cuestiones, y a partir de este Informe, será preciso tomar nota de multitud de puntos de vista. Pero en principio, conviene destacar que desde él se alude a una cuestión en la que tiene responsabilidad directa la política económica reciente, que motiva que la aparición de la pandemia sea muy importante, desde el punto de vista económico: "La economía española mantiene una elevada (PI), posición deudora frente al exterior, lo que constituye una fuente de vulnerabilidad, en un contexto como el actual de incertidumbre y tensiones en los mercados financieros internacionales". La rectificación de la política de Rodríguez Zapatero por parte del Gobierno Rajoy, ha sido, a su vez, dejada de asumir por el Gobierno de Sánchez e Iglesias, incluso con decisiones actuales. No toda la presente crisis se generó a partir de China, sino también como consecuencia de decisiones políticas recientes derivadas de acuerdos para mantenerse el Gobierno en el poder.
Tras la lectura de este Informe de estabilidad financiera del Banco de España, es obligado decir que, afortunadamente, nuestra institución central de crédito, bajo la dirección de Hernández Cos, mantiene una herencia intelectual con nombres destacadísimos y, por lo tanto, no ha descuidado señalar los impactos exógenos que nos abruman; mas, por supuesto, también los endógenos. No todo se conoce, aún bien, sobre lo ocurrido, ni en China, ni en el Palacio de La Moncloa, lugar éste donde mucho se debería escuchar, en vez de lamentables soportes políticos, al Banco de España.