
Nadie puede dudar sobre la terrible crisis económica que está causando el Covid. Pero parece que las espaldas de algunos son más anchas que las de otros. La economía real está muy afectada, no parece suceder igual en la "industria política". Y es que los cantos sobre la solidaridad a veces son sólo eso, nada más que "brindis al sol" cuando las palabras no son acompañadas por el ejemplo.
Ahora mismo 21 millones de personas cobran ya del Estado, por algo más de 13 millones en el sector privado. ¿Sostenible? La goleada es aún mayor en los Ertes, 3,9 millones de afectados en el sector privado y cero en el sector público. 245.000 empresas privadas en Erte y cero empresas públicas.
Créanme que no es una crítica a los funcionarios sino al sistema. Poco a poco las distintas administraciones han ido creando empleo público, a veces sin ton ni son, sin analizar las necesidades reales, y en muchos casos atendiendo a criterios electoralistas.
La administración ha ido creando empleos sin analizar sus necesidades reales
La competencia desleal, además, con la empresa privada es clara y notoria. Salarios mayores (33% mayor en el sector público), empleo asegurado de por vida, horarios, etc, provocan en muchos casos que la mayoría de las personas prefieran alejarse del sector privado y que la bola crezca.
El hecho es que cada vez el sistema establece mayor número de normas y más presión para que las empresas faciliten la superviviencia de un sistema que administrativo poco eficiente, lento y burocrático. Me parece un atrevimiento contemplar que, a la vez que desaparecen empresas en dificultades y que muchos trabajadores pierden sus empleos en España, no veamos el mismo sacrificio en "lo público". Como las normas las hacen ellos, a tragar. Pero, ojo, la "vaca" está agotando su "leche" y barrunto -por primera vez en la democracia- que el sistema es insostenible y puede estallar.
Ahora queremos ir a reclamar a Europa su solidaridad a modo de euros....cuando lo que tenemos que hacer es gestionar bien lo nuestro. Y si nos lo dan, algo nos pedirán a cambio. Es el momento de realizar una auditoría al sistema, comenzando por analizar los 3.000.000 puestos de trabajo de la función pública y proponer, en su caso, un redimensionamiento de todas las administraciones y exigir la meritocracia (frente a los cargos "a dedo") y la productividad debida a un modelo que debe estar al servicio de los ciudadanos y no al revés.
Aunque ese trabajo lo tenga que hacer alguien disfrazado de "noruego" para librarle de ser linchado por las hordas mediáticas, políticas y apesebrados que se encuentran como "pez en el agua" en un ecosistema que les favorece, el mismo que ellos han creado a través de "la metralleta" de los distintos boletines oficiales. Ahora es el momento de atacar este virus...o nunca.