El plan de acción que Bruselas prepara para salvar la temporada turística de verano comprende medidas como la apertura de corredores turísticos seguros.
Esta iniciativa supone autorizar la comunicación entre áreas que cuentan con una incidencia de la pandemia similar, aunque se encuentren en países diferentes. Sin duda, se trata de un protocolo de alcance necesariamente acotado, basado en crear burbujas turísticas, en las que los desplazamientos fueran controlables con facilidad. Ahora bien, estas exigencias son especialmente adecuadas para áreas tan importantes turísticamente, como los archipiélagos españoles. Baleares y Canarias se beneficiarían en gran medida de la posibilidad de abrir un corredor con sus principales mercados, especialmente Alemania.
