
El Gobierno endurece hasta un extremo inaudito su discurso ante la posibilidad de no lograr más prórrogas del estado de alarma. Moncloa amenaza con que se desate el "caos" debido a la anulación automática de las ayudas para empresas y trabajadores.
Plantea así una disyuntiva falaz. Es falso que normas de carácter puramente financiero o laboral requieran de una medida de excepción para tener vigencia. El Ejecutivo atenta también contra la verdad cuando defiende que sólo el estado de alarma faculta para regular la movilidad. Una vez que el confinamiento total pierde sentido, ese fin puede lograrse gracias a las leyes de Salud Pública y Seguridad Nacional. El dilema "yo o el caos" carece de toda base y supone un escandaloso intento de chantajear a la oposición.