
El BCE asegura a la banca europea que será menos exigente en su demanda de provisiones por impagos o demoras crediticias derivadas de la crisis del coronavirus. El supervisor da así un paso necesario para disipar la incertidumbre que existía en el sector, referente al modo en que debían afrontar medidas como la moratoria hipotecaria en Italia y España.
Los bancos muestran plena disposición a colaborar con este medida. Ahora bien, en su delicada situación actual (de baja rentabilidad y negocio crediticio contraído) sería financieramente imposible que la asumieran, si eso implica destinar más recursos a provisiones. No será así gracias a que el BCE ha tomado conciencia de la necesidad de adaptar sus exigencias a una crisis sin precedentes.