El error de un cierre total de las fronteras

España empieza a sufrir los efectos de la restitución de los controles fronterizos entre países de la UE. En concreto, los transportistas sufren ya bloqueos y atascos en las entradas y salidas de nuestro país.

 Se trata de una situaciçon que implica una grave amenaza. La restricción de tráfico de personas resulta ineludible, ante la necesidad de controlar la epidemia del coronavirus. Ahora bien, llevar ese protocolo demasiado lejos, hasta el punto de obstaculizar el tráfico de mercancías supondrá un fuerte daño para el PIB español. Ahora que la crisis ha noqueado a uno de sus grandes motores, el turismo, la aportación del sector exterior resulta imprescindible para recuperar el crecimiento. Pero esa situación sólo se dará si no se rompe la cadena exportadora.