
El Gobierno celebra que Bruselas, en sus previsiones de invierno, mejore sus expectativas de crecimiento sobre el PIB y replique con los cálculos propios del Ejecutivo español. Sin embargo, este consenso no debería conducir a la complacencia.
La Comisión matiza que sus nuevos cálculos, que atribuyen un avance del 1,6% a España en 2020, se han hecho presuponiendo que la crisis del coronavirus no durará más de un trimestre y que la negociación comercial con Reino Unido se desarrollará sin sobresaltos. Pero, sobre todo, resultaría precipitado interpretar que Bruselas ya avala la renovación de la senda de déficit y los planes del Gobierno de elevar el gasto un 3,8%. De hecho, la UE insiste en que quiere ver el proyecto de Presupuestos antes de pronunciarse.