
El portavoz adjunto de Ciudadanos en el Congreso, Edmundo Bal, se muestra alarmado en elEconomista ante el afán del Gobierno de suavizar la definición de los delitos de sedición y rebelión. Hay razones de peso para ello. Toda modificación de este tipo en el Código Penal obligaría, de forma automática, a emprender una operación tan delicada como revisar las condenas de Oriol Junqueras y de los demás condenados por el 1-O, aunque se derivan de sentencias firmes.
También condiciona a futuro los fallos que recaerían sobre Carles Puigdemont y los demás políticos fugados en caso de que sean juzgados. Como Bal resalta, lograr la aprobación de los Presupuestos no justifica que la Justicia pague un peaje tan alto en términos de credibilidad.