El problema que plantean las autopistas quebradas que el Estado rescató entre 2018 y 2019 (entre las que están las radiales madrileñas) sigue sin resolverse. Fomento buscó incrementar su tráfico mediante un plan basado en una rebaja del 30% de los peajes y en descuentos para conductores habituales.
La afluencia de acoches ha crecido, casi un 13%. Sin embargo, es una cuantía insuficiente para elevar los ingreso; de hecho, estos caen un 19%. Si a todo esto se suma la cantidad que deberá pagarse a los acreedores como responsabilidad patrimonial de la Administración, resulta obvio que debería buscarse otra solución a la carga financiera que aún suponen las radiales. Una opción es volver a estudiar el plan de adjudicar de nuevo estas infraestructuras al sector privado.