Opinión

Hasta las marcas más pequeñas piensan ya en Responsabilidad Social Corporativa

  • Los consumidores esperan que las empresas sean sostenibles
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Ahora, la Responsabilidad Social Corporativa es un concepto muy extendido en el día a día, pero hace algunos años era algo que no estaba tan interiorizado en los planes estratégicos de las diferentes empresas.

La preocupación por nuestro entorno y por mejorarlo ha hecho que la mayoría de las marcas, por pequeñas que sean, hagan un hueco en su vorágine diaria para otorgar a esta parte de la actividad el espacio que requiere.

Y es que los consumidores esperan que las empresas actúen de manera responsable, respetuosa con el medio ambiente y que aporten valor a la sociedad. De manera que aquellos que tenemos la capacidad de hacerlo, ayudemos a mejorar el sistema. Algo que debemos tener muy presente las empresas, al mismo tiempo, que tener muy claro hacia dónde queremos enfocar nuestro esfuerzo.

A modo orientativo, para quien esté leyendo esto, en Subway acabamos de presentar nuestra Agenda de Responsabilidad Social Corporativa. Un proyecto que ha supuesto un largo proceso, por la dimensión y el peso que tiene en nuestra compañía.

Abastecimiento responsable, servicio sostenible al cliente y  apoyo constante a la comunidad

Con la certeza de que iremos mejorándolo y adaptándolo a las necesidades de cada momento, nos hemos centrado en tres pilares fundamentales: el abastecimiento responsable, el servicio sostenible al cliente y el apoyo constante a las comunidades que rodean a nuestros establecimientos.

Sin duda, nos enfrentamos a tres grandes retos, pero siempre hay que buscar la parte positiva y aquella que nos va a ayudar a ser impulsores de un mundo mejor gracias a nuestras acciones.

A nivel genérico, como punto de partida, los responsables de esta área de la empresa deben establecer unos objetivos y unos propósitos que cumplir dentro de sus respectivas corporaciones y sensibilizar a cada miembro del equipo para llevarlas a cabo.

En el caso de la restauración, animamos a todas las empresas del sector a emplear en sus establecimientos ingredientes de primera calidad procedentes de una agricultura y pesca responsables. Eso se traduce en alimentos que cumplan con los estándares de calidad necesarios, desde el instante que se cultivan, cazan o pescan, hasta el momento en el que el cliente lo tiene en su mesa.

De esta manera estamos cuidando al máximo toda la cadena alimenticia, al mismo tiempo que garantizamos que el público está consumiendo el mejor producto del mercado. Es solo una manera entre mil de dejar patente el compromiso que tenemos las empresas por trabajar bajo una filosofía centrada en la calidad, sin dejar de lado la sostenibilidad de los recursos naturales que empleamos en cada una de nuestras propuestas.

Está en nuestras manos ofrecer a nuestros clientes lo mejor, sin quitárselo a la naturaleza.

A modo de ejemplo, en nuestro caso, un sencillo gesto, es que solamente comercializamos productos cuyos huevos proceden al 100% de gallinas camperas. Del mismo modo, todos nuestros proveedores de carne, pollo y cerdo, deben cumplir con los cánones de bienestar animal o en su defecto, proceder de granjas con garantías agrícolas, certificados por organismos autorizados para ello.

La labor de cualquier restaurante también debe velar por reducir el desperdicio de alimentos

Si seguimos hablando de la hostelería, es lo que conocemos, la labor de cualquier restaurante también debe velar por reducir el desperdicio de alimentos, algo que en Subway tenemos muy presente alcanzando índices por debajo del 1% de sobrante de comida en nuestros establecimientos. Y si no es el caso, otra opción es donar esos alimentos que a diario nos sobran a aquellos que más falta les hace.

¿Y del plástico? ¿Qué me decís del plástico? Se me encoge el corazón cuando veo las imágenes de los océanos invadidos por toneladas y toneladas de plástico y a los animales luchar contra natura, porque nos pongamos como nos pongamos, no es natural lo que estamos haciendo con el planeta en este sentido.

Por suerte, cada vez son más las alternativas a este componente tan agresivo. Nuestro objetivo: reducir más de 7.000 kilos de plástico al año en España.

Todo a través del uso de materiales alternativos y educación, mucha educación al ciudadano para conseguir que consuma de manera responsable.

Otra de las patas fundamentales en un plan de responsabilidad social corporativa es el apoyo a las comunidades locales. ¿Cómo? Aquí las posibilidades también son infinitas y como el espacio es el que es, te propongo un ejercicio muy fácil. Empieza desde dentro hacia afuera. Observa a los miembros del equipo, sus necesidades, las de sus familias y así hasta llegar a un perímetro más amplio que te permita contactar con asociaciones, fundaciones y otras empresas preocupadas por mejorar el entorno en el que operas.

Sin ir más lejos, nosotros desde Subway fomentamos que al mando de nuestros establecimientos franquiciados estén empresarios locales a los que a su vez alentamos a identificar y conectarse con causas de su comunidad.

Para concluir, diré que para mí es fundamental tomarse como referencia a uno mismo, en casa, en nuestro hábitat, es decir, pensar primero en la "responsabilidad social" de cada uno para mejorar todo lo que nos rodea y a partir de ahí será mucho más sencillo trabajar en la dimensión corporativa.

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