Opinión

Tres escenarios tras el 10-n

No pactar con Sánchez ha pasado factura a Rivera

El cartucho de la repetición electoral se ha quemado sin que la aritmética de los escaños prevea un gobierno fácil y estable; aunque caben tres escenarios posibles de legislatura (excluidas las terceras elecciones) todo indica que la elegida será la más inestable.

Gobierno de PSOE (120) y UP (35) con apoyo parlamentario explícito de PNV (7), MP (3), CC (1), NC (1), PRC (1), BNG (1) y TE (1) e implícito de ERC. Será un auténtico encaje de bolillos dar satisfacción a tantas fuerzas políticas para lograr la investidura. Mantener la estabilidad durante la legislatura será muy difícil. Será necesario aprobar unos Presupuestos, que las fuerzas de izquierda desean con crecimiento del gasto social, en un contexto de final de ciclo económico, con ralentización en todos los sectores y crecimiento del paro. Es el escenario más probable, así como que la legislatura será corta y de alta tensión.

La "gran coalición" de socialistas y populares con el acomodo de Ciudadanos. Un gran pacto de Estado para acometer la situación de desobediencia crónica del gobierno catalán y un acuerdo de política económica para afrontar el enfriamiento de la economía. O bien gobierno en minoría de PSOE con una abstención muy importante (PP incluido), una legislatura corta y un pacto para modificar la Ley Electoral que facilite la mayoría parlamentaria. Nuevas elecciones en 18-24 meses. Son escenarios posibles, pero ahora lejanos.

La inexplicable posición de no intentar pactar con Sánchez condenó a Albert Rivera

Cualquiera de los tres escenarios se podía haber dado con la composición del anterior parlamento, pero Sánchez prefirió escuchar a su áulico asesor y apostar de nuevo, así puso a rodar la ruleta de las elecciones. Todo había sido perfectamente estudiado. La aparición de Errejón debilitaría a Iglesias; la exhumación de Franco tendría el efecto de potenciar el voto de Vox y debilitar al PP; la sentencia del procés haría aparecer a Sánchez como un estadista, que arrastraría los votos necesarios para mejorar su posición negociadora para formar Gobierno. La realidad es tozuda, la posición del PSOE ha empeorado de forma objetiva; ha perdido tres diputados, su socio preferente (UP) pierde siete y Errejón sólo saca tres; en el Senado ha perdido su amplísima mayoría. A pesar de ello continuará en el Gobierno como fuerza más votada.

Unidas Podemos continúa su marcha hacia los números del PCE de Carrillo o a la IU de Anguita, se desvanece su fuerza, pierde siete escaños y mucha influencia. El liderazgo de Iglesias aunque contestado y debilitado en varios territorios, se salva con su acceso al Gobierno como vicepresidente. Sus disputas dentro del Gobierno aseguran audiencia y horas de información política.

El gran vencedor es Vox. En esta campaña se ha limitado (en parte) a las ideas de la unidad de España y la reducción del gasto público; ha moderado su discurso en los temas del aborto y matrimonio homosexual; además se ha visto muy beneficiado por la situación en Cataluña y el traslado de los restos de Franco. Las dos apariciones televisivas de Santiago Abascal, en El Hormiguero (en Antena 3) y en el debate electoral, hicieron el resto. Su participación en el Congreso promete puntos de vista diferentes.

El gran perdedor Ciudadanos y en particular Albert Rivera al que solo le cabía su dimisión. Sus ausencias en la legislatura pasada, su inexplicada posición de no intentar un Gobierno con el partido socialista y el empeño en formar gobiernos con el apoyo de Vox (al tiempo que huía de una foto con sus líderes) le ha conducido al ostracismo político. Ha pagado todos los platos rotos. El centro político español se cobra una nueva víctima; el CDS, la operación reformista de Roca y Rosa Díez con UPyD le precedieron.

Errejón se confundió. Madrid es Madrid, España es otra cosa. El tirón electoral que Más Madrid tuvo en las elecciones autonómicas, en las que batió a Podemos, le hizo creer que ese resultado era extrapolable a todo el país; ha obtenido tres diputados y uno es de Compromis. El líder es joven y le queda recorrido político, pero hoy ha fracasado en toda regla, solo le salva el pinchazo de Rivera.

Casado sigue superando metas volantes. Son sus terceras elecciones (dos generales y una autonómica y municipal) en las que salva los muebles. En menos de 18 meses se ha visto obligado a circular con dos espejos retrovisores, a su izquierda (Ciudadanos) ahora tiene menos preocupación, pero a su derecha ha visto el despegue de Vox. Continúa lejos de la presidencia del Gobierno.

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