
El Índice de Competitividad Fiscal echa por tierra el pensamiento de que los españoles soportan menor carga impositiva que nuestros vecinos comunitarios. El indicador refleja que los tributos son un 8 por ciento superiores en nuestro país a la media de la UE.
Por si fuera poco, la presión fiscal de las empresas por Sociedades es un 16 por ciento mayor a la media de la UE. Más allá de destacar la menor eficacia tributaria que España presenta frente a otros países y que urge solucionar, el índice pone en entredicho la conveniencia de la introducción de nuevas figuras fiscales, como el PSOE y Unidas Podemos pretenden. Sin duda, nuevas alzas de impuestos a empresas y sociedad mermarán la competitividad de la economía y perjudicarán el empleo y el consumo.