
Santander baraja posponer su plan de recuperar el pago completo del dividendo en efectivo, y desembolsar aún una parte en acciones (scrip dividend).
Esto despierta el recelo a que los bancos retrocedan a los años de crisis, cuando este modo de retribuir (cuestionado por la dilución que provoca al accionista) se generalizó. Pero existen diferencias. El scrip puede ayudar al Santander a afrontar una situación localizada, como es el perjuicio que afronta en Reino Unido por el Brexit. Nada apunta a que los bancos tengan que recurrir al pago en papel de modo recurrente para capitalizarse como ocurrió en la crisis.