
Las ministras María Jesús Montero y Nadia Calviño han defendido la aplicación en solitario por España de la tasa Google para gravar a las tecnológicas.
De ahí que cause sorpresa que el PSOE haya retirado el tributo en la revisión de su programa de Gobierno. Es obvio que las amenazas de Trump de vetar la candidatura de Calviño para comandar el FMI debido a la tasa están detrás del cambio. Pero, sin duda, se trata de una rectificación adecuada. Para empezar porque facilita que España gane peso en los organismos internacionales. Aunque lo más importante es que la implantación unilateral de la tasa reduce su efectividad. Solo una aplicación conjunta por parte de toda la Unión Europea permitirá que el tributo tenga impacto en la recaudación.