
Si todavía no has preparado tus pies para lucirlos como es debido durante los días más calurosos de la temporada, aún estás a tiempo. Sólo necesitas cinco básicos para hacerte una completa y barata pedicura en tu propia casa y presumir de ella con tus mejores sandalias.
1- Lima para las durezas.
Las tienes naturales, como la piedra pómez, de cerámica, de acero inoxidable o de cristal. También puedes usar una lima eléctrica, te costará mucho menos esfuerzo dejar lisas y suaves las partes más sufridas de tus pies. Una vez suavizadas estas zonas, debes sumergir los pies en agua templada y puedes añadir unas gotas de aceite esencial o sales de baño para conseguir un perfume ideal.
2- Tijeras
Existen instrumentos especiales para cortar las uñas de tus pies diferentes a los que se utilizan para las manos. Lo ideal son unas tijeras de punta redondeada, ligeramente levantada y de acero inoxidable, nada de plásticos. Las tienes normales y también para uñas especialmente gruesas.
3- Lima para las uñas
Para este paso te valen las mismas que utilizas en las manos. Las mejores son las de cristal, tardan mucho más tiempo en perder su efectividad y sueltan menos 'polvo', muy incómodo especialmente para las alérgicas.
4- Empujapieles y Cortacutículas
Para retirar las cutículas de las uñas y cortar la piel sobrante necesitas ambas cosas. Tienes empujapieles en madera o en acero inoxidable. Si eres principiante, lo mejor es que te estrenes con las primeras, su material natural hace que el proceso sea más suave y por tanto no puedas hacerte daño o cortarte. Los cortacutículas sólo existen en acero.
5- Crema hidratante
Por último, utiliza una buena crema hidrante para suavizar los pies. Puedes elegir cualquiera, pero las hay específicas para esta zona, ya que es mucho más dura y seca que cualquier otra y en verano, con sandalias, está expuesta especialmente. Déjala actuar durante unos minutos.
6- Esmalte y almohadillas
Te recomendamos utilizar un separador de dedos de los pies para pintar las uñas si no eres especialmente mañosa o cuentas con un pulso de cirujano. Te facilitará mucho la labor y te ayudará a que no haya 'accidentes' durante el secado del esmalte. Suelen ser de gomaespuma o plástico.