Bernardo Montoya, el vecino de Laura Luelmo detenido este martes en relación con el crimen, ha confesado durante el interrogatorio con agentes de la Guardia Civil que mató a la joven profesora zamorana. El cadáver de Luelmo fue encontrado este lunes a cuatro kilómetros de la pequeña localidad de El Campillo (Huelva), donde había alquilado una casa tras comenzar a trabajar como interina en un instituto de la zona. Por otro lado, la autopsia habría revelado que Laura sufrió una agresión sexual; además, se han encontrado restos de ADN en varios efectos personales del autor confeso.
El interrogatorio ha tenido lugar en el cuartel de Valverde del Camino y se ha extendido durante horas, ya que Montoya ha ofrecido varias versiones contradictorias a los agentes, aunque finalmente ha terminado confesando esta mañana que acabó con la vida de Luelmo. El detenido ha declarado que golpeó en la cabeza a Laura, la dejó inconsciente, la metió en el maletero del coche y tiró su cuerpo en el lugar en el que la encontraron sin vida y semidesnuda.
Espejo Público informa que el detenido ha confesado que Laura le preguntó por algún supermercado cercano y este le dio una dirección falsa, enviándola a un callejón sin salida para tenderle una trampa. "La chica salió de su casa y se me acercó a preguntarme algo. Yo estaba sentado en una silla en la puerta de la mía, que están frente a frente. Ella me dijo: 'Hola vecino, ¿sabrías de algún supermercado por aquí? Es que soy nueva", relata. Él le respondió: "Claro, mujer", y le dio una dirección falsa.
Después fue tras ella y la siguió hasta el callejón, donde le golpeó la cabeza con el maletero de su coche, la dejó inconsciente, tiró su cuerpo en el lugar donde la encontraron y volvió a su casa, aunque no pudo conciliar el sueño y se fue a pasear. Según el mismo programa, Montoya ha confesado que la desnudó de cintura para abajo para intentar violarla, pero no lo consiguió pese a que estaba inconsciente, así que la abandonó en unos matorrales. "La saqué del coche y la trasladé como pude hasta la zona de las jaras. Y me fui corriendo, pero juro que cuando yo la dejé allí, ella todavía estaba viva", ha dicho el asesino confeso.
Vecinos de El Campillo (Huelva), donde ha sido asesinada la profesora Laura Luelmo, han roto el cordón policial al grito de "asesino" cuando la Guardia civil ha trasladado a Bernardo Montoya a la calle Córdoba de esta localidad donde residían el asesino confeso y la víctima, para reconstruir los hechos.
La Guardia Civil detuvo este martes en El Campillo (Huelva) a Bernardo Montoya, vecino de Laura Luelmo y hermano gemelo del que se había considerado sospechoso en un primer momento por su presunta relación con el asesinato de la joven profesora. Algunos vecinos sostienen que Bernardo solía quedarse mirando a Laura y que incluso ella había manifestado su inquietud por ello.

Laura Luelmo, la profesora asesinada.
Montoya, que vivía justo enfrente de la casa que habitaba Luelmo -en la calle Córdoba-, había abandonado el pueblo en el momento en que empezó el dispositivo de búsqueda de la joven desaparecida. Las autoridades le tenían localizado, pero no fue hasta este martes que lo detuvieron, después de que intentase huir al sentirse vigilado.
La autopsia que se le ha practicado al cuerpo de Laura Luelmo en el Instituto de Medicina Legal (IML) ha determinado que la causa de la muerte fue una fuerte contusión en la frente causada por un objeto contundente como una pala o una piedra y que le podría haber provocado un traumatismo craneoencefálico.
La Guardia Civil trata de esclarecer las 48 horas previas a la muerte de Laura Luelmo. Para ello el equipo de Criminalística está analizando los restos biológicos y las pruebas halladas. La principal línea de investigación es que la maestra zamorana de 26 años fue retenida entre el 12 de diciembre, día de su desaparición, y el momento en el que la autopsia ha fijado su muerte, entre el 14 y el 15 de diciembre, es decir, entre dos o tres días después. Este extremo no coincidiría con la declaración de Montoya, quien asegura que la dejó donde apareció muerta el mismo día 12.
El detenido salió de prisión el pasado mes de octubre tras cumplir una condena de dos años y diez meses por dos robos con violencia. Previamente, cumplió otra condena de 17 años y nueves meses, en esta ocasión por asesinato y allanamiento.