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Guti y sus éxitos relanzan su imagen hasta convertirlo en potencial heredero de Zidane en el Real Madrid

  • Ha dirigido al mejor juvenil de la historia del Real Madrid
  • En el Bernabéu lo ven como un técnico continuista del modelo Zidane
  • Su imagen como entrenador dista mucho del 'rebelde' futbolista
Guti da órdenes a sus futbolistas durante un partido del Juvenil A. Imagen: Getty

José María Gutiérrez, Guti, hace tiempo que dejó atrás la imagen de 'malote' rebelde que siempre le acompañó cuando, como futbolista del Real Madrid, se convirtió en el nuevo Martín Vázquez, ese jugador capaz de acaparar odio y pasión a partes iguales y viceversa. Con 40 años, el rubio ex canterano merengue es el entrenador del Juvenil A del Real Madrid. El mejor Juvenil por títulos de su historia.

Ayer certificó un histórico e inédito triplete tras ganar la Copa del Rey al Atlético de Madrid. Antes ya había ganado la Copa de Campeones y la Liga. Éxitos que, unidos a su juego vistoso y a su disciplina táctica, han dinamitado los viejos estereotipos que perseguían al '14'.

Guti es ahora uno de los mejores entrenadores de 'La Fábrica', un potencial heredero de Zidane dueño del banquillo del Santiago Bernabéu en un futuro, quién sabe, quizá no tan lejano.

Por ahora, la continuidad de Zidane está garantizada en el corto-medio plazo. Florentino Pérez ya ha desvelado que quiere renovarlo "hasta que él [por Zidane] quiera". Pero el propio Zizou ha insistido por activa y por pasiva que en el fútbol no hay nada eterno y que sabe que, tarde o temprano, algún día dejará la casa blanca. 

Llegado el momento, un plan como el de Guti no sería visto con malos ojos en el Paseo de la Castellana. Ni mucho menos. El ex mediapunta es uno de los técnicos más valorados en una hornada de entrenadores ex futbolistas del primer equipo que gusta (y mucho) por la capital: Solari (Castilla) o Álvaro Benito (Juvenil C) son sus otros dos representantes. 

Su forma de jugar, cuentan los que lo siguen habitualmente, es ofensiva y valiente, virtuosa y dominante. Ingredientes que llevan el sello de Guti, pero a los que hay que unir otros alejados de la imagen que solía desprender en su época como futbolista. Obsesivo con la preparación física, es también un maníaco de los detalles y del trabajo táctico, todas parcelas que combina a la perfección con su cuerpo técnico. Es una simbiosis que explica parte de su técnico. El Guti de los banquillos delega y confía mucho en sus compañeros. Cero egoísmos. 

A ello hay que unir un vínculo magnífico con sus futbolistas, algo que permite exigirles al máximo con una imagen cercana que hace que el compromiso de los chavales sea mayor si cabe. Algo parecido a lo que ha conseguido Zidane con el primer equipo y que, algunas voces en Madrid, creen que podría conseguir Guti también.

Un plan continuista con Zidane

Aunque su renombre profesional no alcanzó las cotas del de Zizou, Guti también llegaría al vestuario con la ventaja de tener ganado ya un porcentaje muy elevado del respeto de los futbolistas solo por ser quien fue con una pelota en los pies. 

Pero estas virtudes tendrán que ser tenidas en cuenta más adelante. Por ahora, el camino de Guti sigue anclado a Valdebebas, donde seguirá dirigiendo al Juvenil pese a que sonó con fuerza para ponerse a los mandos del Castilla.

Solari será, pese a no lograr jugar los play-off de ascenso, el entrenador del Castilla, un puesto que quema mucho más que el que ocupa Guti, apostado a la sombra, quien sabe, para asaltar algún día el banquillo que hoy ocupa Zidane, uno de sus mejores socios cuando los dos repartían clases de talento sobre el verde del Bernabéu.

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