EN DIRECTO | Siga todas las reacciones. El "no" es el vencedor del referéndum de independencia celebrado el jueves en Escocia. Los detractores de la independencia han ganado en 28 de los 32 distritos electorales hasta alcanzar el 55,3% con 2.001.926 votos. El líder independentista Alex Salmon anuncia su dimisión.
Según los datos oficiales, los partidarios de la secesión se han quedado en el 44,7% de los votos con el respaldo de 1.617.989 de personas. De este modo, el "no" a la independencia supera al "sí" con casi 11 puntos de ventaja.
La participación en el referéndum ha alcanzado el 84,59%, un porcentaje muy superior al que habitualmente se produce en cualquier tipo de cita con las urnas. Los partidarios del Reino Unido han triunfado en 28 de los 32 distritos electorales.
Ahora, Reino Unido vivirá un proceso de descentralización sin precedentes. Pero la trasmisión de competencias tendrá que acometerse en paralelo a la mejora de la capacidad de decisión de los demás territorios que forman parte de la unión, especialmente Inglaterra.
Los partidarios del Reino Unido han triunfado en 28 de los 32 distritos electorales. Especialmente han arrasado en la capital escocesa, Edimburgo, con el 61%. Pero la victoria ha sido aún más abultada en Orkney Islands con el 67%, Scottish Borders con el 66%, Dumfries & Galloway con el 65%, East Renfrewshire con el 63% y Shetland Islands con el 63%.
Junto a Edimburgo, el "no" vence con el 61% en zonas como East Dunbartonshire y East Lothian y alcanza el 60% en Aberdeenshire. En otras 17 regiones logra entre el 50% y el 59% de los sufragios. Los partidarios de la independencia sólo han ganado en 4 de las 32 zonas electorales. Su bastión principal es Dundee City con el 57%, seguido de Glasgow con el 53%, West Dunbartonshire con el 53% y North Lanarkshire con el 51%. El último distrito electoral en dar a conocer sus resultados ha sido Highland, donde pasadas las nueve de la mañana han anunciado la victoria del "no" con el 52,92% de los votos frente al 47,08% del "sí" a la independencia.
Una victoria sorprendente abultada
La victoria de los unionistas, bastante más abultada de lo que pronosticaban los sondeos, ha llevado el alivio al Gobierno del conservador David Cameron y decepción al ejecutivo autónomo escocés de Alex Salmond, promotor de una consulta que podría haber puesto fin a una historia común de más de 300 años.
Ambos políticos acordaron en octubre de 2012 que se celebraría este inédito referéndum y ahora iniciarán un proceso de negociaciones para llevar a cabo la transferencia de poderes a Escocia prometida por Westminster para apagar sus ínfulas separatistas.
Estaban convocados a las urnas casi 4,3 millones de residentes en Escocia mayores de los 16 años. Fue la primera vez que los adolescentes de 16 y 17 años pudieron votar. Si Escocia gana sí o sí, ¿quién es el perdedor?
Durante la larga noche electoral, en la que el escrutinio del primer distrito escocés fue dado a conocer tres horas y media después del cierre de las urnas a las 21.00 GMT del jueves, los primeros resultados ya apuntaban a la victoria del "no" y pronto se vio que el avance era imparable.
Poco antes de las 04.00 GMT de hoy, el anuncio de la victoria del "sí" en Glasgow, pero con un margen insuficiente y una participación más baja de la media (75 %), dejó claro que se impondrían los unionistas, lo que finalmente hicieron con casi 400.000 votos de diferencia.
Salmond admite los resultados
Aún así, Salmond se mostró muy satisfecho por "los 1,6 millones de votos a favor de la independencia" y pidió a los tres grandes partidos del Reino Unido -conservadores, laboristas y liberaldemócratas- que cumplan sus promesas de conceder más autonomía a la región.
"Nuestro referéndum fue un proceso acordado y consensuado. Escocia ha decido en este punto que no quiere convertirse en un país independiente y yo acepto ese veredicto", afirmó después de admitir su derrota en un discurso muy aplaudido por sus partidarios.
"Llamo a todos en Escocia a hacer lo mismo y a aceptar la voluntad democrática del pueblo escocés", manifestó el líder independentista, un hábil político que ganó por mayoría absoluta las últimas elecciones autonómicas.
Acto seguido, Cameron hizo una solemne declaración en la puerta de su residencia de Downing Street, en Londres, donde aseguró que cumplirá en su "totalidad" con la promesa de entregar más autonomía a Escocia tras ser rechazada la opción separatista.
"Ahora es el momento de que nuestro Reino Unido se una y siga adelante. Una parte vital de eso es un acuerdo equilibrado, justo para la población de Escocia y, lo que es importante, para todos en Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte también", apuntó.
El primer ministro defendió también su decisión de aceptar la celebración de la consulta escocesa, que, de resultar favorable a la secesión, podría haber dejado en riesgo su puesto.
Según explicó, aceptó el "órdago" del Partido Nacionalista Escocés (SNP) de Alex Salmond porque esta fuerza había obtenido un fuerte mandato en las urnas, en las elecciones autonómicas de 2011, y él es un "demócrata".