Marketing digital

Guía para empezar a vender online

El uso de Internet por parte de los consumidores crece rápidamente a medida que la conectividad a la red se extiende a todos los rincones del mundo. Como resultado, las empresas tienen que adaptarse rápidamente a una serie de necesidades cada vez mayores.

Siendo digitalización la palabra de moda de la década, las empresas de todos los sectores e industrias están teniendo que transferir sus papeles, documentos y espacio de oficina a carpetas web y almacenamiento en la nube. Con posibilidades ilimitadas de crecimiento al otro lado de la pantalla del ordenador, la transición a la venta online continuará creciendo a medida que pasen los años. Si eres dueño de una empresa y quieres expandir tu negocio en Internet, aquí tienes una guía sobre cómo vender online y cómo iniciar una tienda online.

Crear una tienda online

En primer lugar, necesitas una dirección en la que la gente te pueda encontrar o, más específicamente, un nombre de dominio. Un nombre de dominio es el título del tipo .com, .org, que los usuarios escriben en su barra de direcciones para encontrar tu sitio web. Cualquiera puede instalar uno y puede comprar los ya existentes y disponibles de vendedores como GoDaddy.

Registra el nombre que necesitas, paga una cuota anual y renuévala anualmente para evitar que otra persona se la quede cuando se acabe la concesión. Después de eso, tienes que seleccionar tu proveedor de alojamiento. Además de decidir si deseas optar por una elección gratuita o comercial, también tienes que considerar si vas a poner anuncios o no en tus páginas web; la cantidad de espacio web que te concederán; el grado de fiabilidad y la rapidez de tu servicio; y así sucesivamente.

Aplicar diferentes métodos de pago

En pocas palabras, cuantas más opciones de pago ofrezcas a tus clientes, mejor. Esto incluye tarjetas de débito y crédito de todo tipo, así como servicios online como PayPal. A los consumidores les gusta pagar productos y servicios de diferentes formas, así que como con todos los aspectos de la gestión de una empresa, tendrás que ser lo más flexible posible para poder adaptarte a las preferencias de cada uno.

Además de eso, debes asegurarte de que tu pasarela de pago -también conocida como el servicio que autoriza los pagos- es lo más segura posible. La ciberdelincuencia es un problema muy real en el siglo XXI, así que debes estar vigilante y asegurarte de que tanto tu dinero como el de tus clientes está bien custodiado.

Definir el proceso de envío y la logística

Si ofreces servicios online el envío no va a ser un problema para ti. Sin embargo, para la mayoría de los demás negocios, lo es. En primer lugar, tienes que examinar las opciones de depósito para almacenar tus productos. Cómo actuar frente a la firma de acuerdos con una empresa en particular depende en gran medida de los países con los que desees tratar, los productos que desees vender y la rapidez con que los necesites transportar.

Sin embargo, en un nivel más básico, tienes que asegurarte de que sabes desde el primer día si necesitas tu propio almacén o si no pasará nada por compartirlo con los demás. Gran parte de las veces, esto se reduce a una cuestión de espacio. Una vez que se soluciona el problema del almacenamiento, tienes que examinar las opciones de envío.

Además de tener en cuenta las empresas con las que deseas trabajar, también debes crear una estrategia en torno a cómo vas a cobrar a tus clientes, así como si vas a hacerlo. El envío gratuito, la tasa de transporte en tiempo real y las tarifas planas son todas las opciones disponibles en este sentido. Lo ideal es que también ofrezcas un sistema que permita a los clientes comparar precios de diferentes transportistas con los servicios que son más apropiados para tus necesidades de entrega.

Promocionarse

Podrías tener los mejores productos, el servicio más eficaz y el equipo de ventas más profesional del mundo, pero si nadie sabe quién es tu empresa, tu negocio no triunfará. Es por eso que las promociones deben estar en la parte más importante de tu agenda. Tener Facebook, Twitter, LinkedIn y otras cuentas en las principales redes sociales es un buen comienzo, pero también tienes que aprender a manejarlas de manera efectiva. Todo se reduce a ser conciso, atractivo e interesante.

Por ejemplo, en un mensaje de Facebook, asegúrate de que tu mensaje se puede entender al instante; que la foto adjunta a él capta la atención de la gente que recorre tu canal de noticias; y que el efecto global de ambos les deja con una impresión positiva de tu empresa. También deberás estudiar la manera de dirigir el tráfico hacia tu sitio web, lo que significa establecer una buena estrategia SEO, y optimización de motores de búsqueda. Básicamente significa conseguir una mejor posición en las clasificaciones de Google, Bing y otros motores de búsqueda.

Análisis web y experiencia del usuario

Por último, pero no menos importante, tienes que echar un ojo a las estadísticas para asegurarte de que todo funciona según lo previsto. Esto significa utilizar herramientas de análisis web como Google Analytics para ver a qué productos están recurriendo tus clientes en particular; cómo acceden a tu sitio web; cuánto tiempo pasan en él; cuánto gastan en él; y otros detalles importantes. Al igual que con muchos otros aspectos de tu negocio, los datos son fundamentales, y cuantos más tengas, más puedes mejorar.

Gran parte de esta información es fácil de entender, incluso para un novato digital, y puedes configurarla online de forma gratuita. Sin embargo, también puedes utilizar de prueba varias opciones comerciales para ver qué te funciona mejor. También merece la pena examinar las herramientas de experiencia de usuario que te permiten estudiar mapas de calor y hacer pruebas A/B, que te permitirán descubrir los puntos débiles que deben ser eliminados.

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