
Hoy en día, los medios están abocados a desarrollar una transformación digital de su modelo de negocio para integrar las nuevas tecnologías y no experimentar un proceso de obsolescencia. En este sentido, el prestigioso The Economist no ha querido ser menos y se ha centrado de lleno en adoptar la digitalización desde el nombramiento de Zanny Minton Beddoes como nueva editor jefe.
Una de las primeras claves para la transformación en The Economist ha sido la construcción de la marca en redes sociales. Antes de la llegada de Minton Beddoes a la dirección, el medio solo tenía un empleado para administrar las redes sociales. Ahora cuenta con nueve, siete para Reino Unido, uno para América del Norte y otro para el mercado asiático.
Actualmente, la compañía supera los 36 millones de seguidores entre todas las redes sociales en las que tiene una cuenta, como Twitter, Facebook, LinkedIn y Google+. Y es que pese a que la mayoría de los contenidos del medio se encuentran bajo un modelo de suscripción, The Economist difunde una pequeña parte de ellos en las redes sociales.
Minton Beddoes también ha reforzado el personal de multimedia que engloba a 'Economist Radio', 'Economist TV' y a la reciente creación 'Economist Film', que estará encargado de producir 22 cortos documentales para este año. "No nos estamos convirtiendo en una empresa de vídeo, pero creo que tenemos que intentar crear cosas nuevas y medir cómo funciona", declara Beddoes para The Guardian.
El cambio de editor jefe también ha supuesto un nuevo enfoque editorial además de mostrar una clara posición contra el Brexit. De tal manera que The Economist está incluyendo temas de grandes informes como la investigación del suicidio asistido y el derecho a morir. Y es que aproximadamente, la mitad de las portadas de la revista semanal durante el último año no han tratado temas de actualidad. "Soy profundamente liberal y apasionada por desarrollar este tipo de agenda: el liberalismo social, el liberalismo económico y el financiero", explica Beddoes.