
Marinus van Reymerswale (hacia 1489-1556) trasladó su sólida técnica pictórica flamenca a tablas que hablaron, por primera vez, del mundo de las finanzas. Este misterioso pintor, del que pocos datos han transcendido de su vida y formación, diseccionó al detalle a los agentes económicos en los albores de la economía premoderna: grandes burgueses, recaudadores de impuestos y 'cambistas' se repiten una y otra vez en sus escasa treintena de obras de autoría confirmada.
Formado en la Universidad de Lovaina y con inicios artísticos en Amberes, el artista neerlandés del Renacimiento se dedicó, como sus contemporáneos, a la pintura de temas religiosos y profanos. Dentro de los segundos, Marinus puso su interés en las finanzas, cuyos protagonistas y elementos retrató con enorme precisión.
Sus cuadros hacen las delicias de los expertos en numismática, ya que sus certeras pinceladas hacen reconocibles las diferentes monedas de plata y oro que estaban en circulación en la época, como el vlieger de Carlos I o el ducado o excelente de los Reyes Católicos. Sus personajes, que varían entre los grandes comerciantes, los recaudadores de impuestos y los 'cambistas', una figura muy controvertida en la época por su asociación con la usura, oscilan entre la caricatura y la glorificación.
Entre la dignificación y la sátira
Los recaudadores de impuestos y los cambistas, que se repiten con variaciones en sus cuadros -lo que revela el interés del pintor por dotar de exclusividad sus obras y personalizarlas para sus clientes- aparecen revestidos de un carácter teatral, con ropajes que rompen los usos de la época, y pueden estar envueltos en un halo de crítica y sátira o en la dignificación de su actividad.
Marinus se mueve a ambos lados de la red, y, mientras apuesta por envolver de honestidad la actividad de esos primeros banqueros en El cambista y su mujer, denuncia la avaricia y muestra el rostro más caricaturesco del negocio de las finanzas en Dos recaudadores de impuestos.

Sus cuadros, poco estudiados en las últimas décadas, cobraron popularidad gracias a la atención de historiadores económicos como Raymond de Roover (1904-1972), que identificó por primera vez la profesión del cambista con la de los banqueros, y que ilustró sus manuales financieros con la obra de Marinus.
En nuestro país, la Asociación Española de Contabilidad y Administración de Empresas eligió uno de los personajes pintados por el flamenco para su logotipo de los años 70.
Con una escasa obra muy dispersa en Europa, Madrid acumula hasta cinco pinturas de este artista, que ahora expone el Museo del Prado en el primer monográfico sobre Marinus con la incorporación de tablas prestadas por el Louvre, el Hermitage y el Museo de Bellas Artes de Gante. Una ocasión inmejorable para juzgar con sus propios ojos si Marinus se rió o no de los primeros financieros.