
A miles de kilómetros de distancia de su país, los ciudadanos chinos de España observan con atención la epidemia del coronavirus que se ha desarrollado en China y que ya ha causado la muerte de al menos 425 personas dentro de sus fronteras. Los miembros de esta comunidad, una de las más numerosas del territorio español, suelen estar al cargo de sus abundantes locales de hostelería, donde la situación se define con una palabra: tranquilidad. Coronavirus: las últimas noticias del brote que mantiene en vilo al mundo.
Es el mensaje de un gremio, el de los restauradores chinos, que no ha sufrido un gran impacto en términos de afluencia. Sus restaurantes, por lo general, aguantan la crisis con la confianza de los consumidores. La demanda apenas se ha reducido en estas últimas semanas en las que el coronavirus ha levantado todas las alarmas, pero hay que mirar esa bajada con perspectiva: las navidades y la posterior 'cuesta de enero', seguidas de la campaña de rebajas, han significado un bocado a la capacidad de consumo de los ciudadanos.
Vivid Huang, socia fundadora de Hong Kong Kitchen, descarta una bajada de la reservas en su establecimiento del centro de Madrid. "Nuestro producto pasa todos los controles de calidad europeos", asegura Huang, que también rechaza problemas de abastecimiento al ser disfrutar "mismo ritmo y orden que hasta ahora" y de una cadena de distribución de alimentos que, salvo en las provincias del centro de China "funciona con precaución pero con normalidad".
Desde otro de los locales más célebres de comida asiática de Madrid, el reabierto Don Lay, las sensaciones son idénticas: "Hasta el momento este problema no ha tenido ningún tipo de interferencia en el desarrollo habitual de la actividad del restaurante, ni desde el punto de vista de las reservas ni con respecto a los proveedores".
El entorno empresarial de la comunidad china en España va en la misma línea. Shengli Chen, vicepresidente de la Asociación de Chinos de España (ACHE), hace un llamamiento a la calma y afirma que la bajada de afluencia a los locales ha sido muy reducida, hasta el punto de que no es significativa.
Chen explica que "la gente está tranquila" y que, al no haber casos en la Peninsula (el único en España es de un viajero alemán que está en Canarias) no deben levantarse las alarmas. El dirigente, además, espera que, con la búsqueda de la vacuna y la desaceleración en la propagación del virus, la situación se vaya estabilizando.
"Por precaución, algunos establecimientos han cerrado a la espera de que se aclare la situación"
Sin embargo, pese a estas buenas expectativas, sí que podría haber unas pérdidas de entre el 30% y el 40% de seguir latente el virus. Tal y como refleja el vicepresidente de IBC & Partners y consultor experto en China, Enrique de Areba, dentro de la hostelería "algunos establecimientos han cerrado a la espera de que se aclare la situación" y en el turismo "se han cancelado vuelos y anulado reservas".
Unas medidas de precaución, pese a que en muchos casos los hosteleros hacen años que no viajan a su país de procedencia y sus productos son de origen europeo, que también vienen acompañadas del voluntario retiro al que se están sometiendo algunos ciudadanos chinos. Seguidos por la recomendación de su Gobierno, y ligados a las orientaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), existen casos de personas que recién regresadas a España (tras las vacaciones del Año Nuevo Chino) han optado por pasar 15 días recluidos en sus hogares para "transmitir tranquilidad" al resto de la comunidad.
De hecho, en la última semana ha ido tomando importancia la necesidad de ver a los ciudadanos chinos como otros afectados de la crisis del coronavirus y no como culpables. En ese sentido, el encargado de Negocios de la Embajada de China en España, Yao Fei, ha reinvincado que "el enemigo es el coronavirus, no los chinos" y que "no existe una razón para ver a todos los asiáticos como casos sospechosos".
En palabras de Fei, la Embajada ha recibido "quejas de algunos ciudadanos chinos" que han sentido discriminación por el brote del coronavirus, pero a la vez ha destacado la respuesta "muy positiva" de las autoridades españolas, que ha sido de rechazo a estas actitudes.
Así, si bien hace días el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, Fernando Simón, pidió combatir "ciertas actitudes discriminatorias contra personas procedentes de China", la portavoz del Consejo de Ministros, María Jesús Montero, ha insistido en evitar "cualquier signo de xenofobia" y apostar por la "mesura y responsabilidad" con una comunidad que "está perfectamente integrada dentro de nuestras costumbres y forma de entender la vida".