
Los coches cada vez incorporan más dispositivos de seguridad que analizan lo que pasa en el exterior. Ahora también se ocupan de lo que ocurre dentro y los conductores nos hemos convertido en otro elemento de observación para prevenir accidentes.
Son las siglas de Driver Monitoring System, un dispositivo que pronto también será obligatorio en todos los coches, como ya lo son muchos de los asistentes a la conducción (ADAS), desde hace más de un año. No es algo nuevo, porque desde hace años los coches llevan diferentes sistemas de detección de fatiga del conductor, con avisos de parada cuando advierten que no estamos prestando atención a la carretera. Hasta ahora estos sistemas se basaban en la presión y el movimiento sobre el volante, la forma en que pisábamos el acelerador e incluso contaban con la ayuda del asistente del cambio de carril, además de contar el tiempo que llevábamos sin hacer una parada.

Hasta hace muy poco estos sistemas se basaban en algoritmos más o menos sencillos. Son cámaras en el interior de nuestro coche las que nos vigilan en todo momento y son capaces de "leer" nuestra cara incluso de noche. Algunos modelos ya llevan años utilizando una cámara interior de infrarrojos, situada encima de la columna de dirección y otra en el parabrisas. La de infrarrojos permite ver incluso en la oscuridad y con gafas de sol. La combinación de las dos cámaras monitoriza los parpadeos, la dirección de la mirada y los movimientos de la cabeza del conductor.
La IA lo cambia todo
El gran salto de los DMS es la incorporación de la inteligencia artificial (IA) y que ya tenemos aquí. Ya son muchas las marcas premium y chinas que incorporan el DMS "potenciado" por la IA. El sistema ahora va aprendiendo a medida que nos "mira" y mediante unos algoritmos inteligentes irá aprendiendo de nuestras reacciones y nuestros movimientos y expresiones faciales. La cámara sabrá cuál es la posición habitual de nuestros párpados, el ritmo normal de parpadeo y podrá detectar una situación de fatiga o falta de atención casi antes de que nosotros mismos nos demos cuenta.

Al igual que los sistemas más antiguos, el DMS con IA también emite alertas al conductor para que recupere la atención y en casos extremos incluso podría tomar el control del coche. La Unión Europea quiere que este dispositivo sea obligatorio en pocos años y Euro NCAP ya lo incluye en la valoración de seguridad de sus pruebas.
Instalado en marcas generalistas
En la mayoría de los modelos estas cámaras están más o menos "camufladas" y no son visibles a simple vista, a menos que sepas dónde están. Los sistemas DMS más avanzados empezaron a montarse en modelos de marcas premium, pero ya se incorporan en las marcas generalistas.

En la última actualización del Renault Espace ya se puede ver la cámara del DMS instalada en el montante del parabrisas, junto al conductor. Reconoce quién se pone al volante y ajusta todos las preferencias (reglaje asiento, emisoras, climatización, etc) a sus preferencias, además de controlar su atención al volante. Es el primer paso pero estas cámaras continuarán su "evolución y también vigilaran al resto de los ocupantes. Cualquier ayuda a la conducción que pueda evitar un accidente es bienvenida pero el problema de algunos de estos sistemas es que resultan bastante intrusivos y molestos, por lo que muchos conductores los desconectan.