
Del 14 al 20 de julio, la Dirección General de Tráfico (DGT) pone en marcha una nueva campaña especial para combatir la conducción bajo los efectos del alcohol y las drogas. Más de 30.000 pruebas diarias se realizarán en las principales vías de todo el país para reducir la siniestralidad y salvar vidas en la carretera.
La Dirección General de Tráfico (DGT) lleva a cabo entre el 14 y el 20 de julio una nueva campaña de control intensivo sobre el consumo de alcohol y drogas en la conducción. Esta iniciativa se desarrolla con la colaboración de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil y diversas policías autonómicas y municipales, que se suman a los esfuerzos por reducir los siniestros viales causados por el consumo de sustancias. Durante esta semana, se llevarán a cabo más de 30.000 pruebas diarias en diferentes puntos del país, tanto en vías urbanas como interurbanas.
En 2023, los datos reflejaron que 246 personas perdieron la vida en accidentes de tráfico en los que el alcohol fue un factor concurrente, lo que representó el 26% de los siniestros mortales. El alcohol, junto con las distracciones, constituye una de las principales causas de los accidentes en carretera, superando a factores como el exceso de velocidad. Según la DGT, el único nivel seguro de alcohol en la conducción es 0,0%, respaldado por la evidencia científica que confirma que incluso pequeñas cantidades de alcohol alteran las capacidades necesarias para una conducción segura.
A este respecto señalar que la reforma de la Ley de Tráfico, actualmente en trámite en el Congreso, plantea la reducción de la tasa máxima de alcohol permitida a 0,1, con el objetivo de reforzar aún más la seguridad vial.
Efectos del alcohol
Además, el consumo de alcohol afecta no solo la capacidad de reacción, sino también la percepción de la velocidad y la distancia, aumentando considerablemente las probabilidades de accidente. Los estudios demuestran que los siniestros ocurridos bajo los efectos del alcohol suelen ser más graves, con lesiones de mayor severidad y peores pronósticos.
Por otro lado, los efectos emocionales del alcohol, como la falsa sensación de confianza y despreocupación, contribuyen al aumento de comportamientos imprudentes, como conducir a excesiva velocidad o no utilizar el cinturón de seguridad. A pesar de que existen límites legales para la tasa de alcohol, la DGT recalca que incluso dentro de estos márgenes legales, el riesgo sigue siendo elevado.
En este contexto, la Federación Nacional de Lesionados Medulares y Otras Discapacidades Físicas (ASPAYM) apoya la campaña de la DGT, promoviendo la concienciación sobre los peligros de conducir bajo la influencia de sustancias psicotrópicas.

En cuanto a las sanciones, la conducción bajo los efectos del alcohol y las drogas puede tener consecuencias tanto administrativas como penales. En 2024, más de 50.000 conductores fueron condenados por estos delitos. Sin embargo, el impacto más grave es el daño irreversible que se causa a las víctimas y a los conductores responsables de los accidentes.
La DGT recuerda que la prevención está en manos de todos. Si decides no consumir ni una gota de alcohol antes de conducir, contribuirás a reducir el riesgo de accidentes y salvar vidas, adelantándote incluso a las futuras normativas que se contemplan en la legislación española.