
En 1968, el fabricante de automóviles Chevrolet apostó por una revolución en el diseño de sus vehículos. Una carrocería innovadora, un nuevo sistema descapotable y faros ocultos. El resultado, el Corvette C3 de 1968, un modelo que ha pasado a la historia y del que se fabricaron pocas unidades.
Lo vende por falta de espacio
Si en aquel entonces ya era un coche exclusivo, todavía lo es más en la actualidad, ya que muchos apasionados del motor lo consideran como una pieza de colección. Sin embargo, eso no es lo que pensó un hombre que, según cuenta Autoevolution, vendió un Corvette por falta de espacio.
El protagonista de esta historia recibió un Corvette de 1968 como parte de la herencia que le dejó su padre fallecido, quien había comprado el vehículo hacía décadas. Sin embargo, no tenía espacio para aparcarlo y por esa razón decidió venderlo. Recientemente, su nuevo dueño lo ha puesto a la venta en una subasta de Miami.
Estaba en buen estado
Quizás lo más sorprendente de esta anécdota es que el Corvette estaba en buen estado. Conservaba la pintura, la carrocería no estaba dañada y en el interior todo funcionaba correctamente. Eso sí, el actual vendedor recomendó a los interesados revisarlo antes de hacer una oferta, ya que asegura que, por ejemplo, los faros no funcionaban correctamente.