
Su inspiración viene de los botines que utilizaban los pilotos de carreras pero en un formato más cómodo y con un toque de elegancia informal.
A lo largo de la historia el hombre ha tenido que ir adaptando su atuendo a las necesidades y las actividades de cada momento. El automóvil supuso toda una evolución en la sociedad desde principios del siglo XX y también exigió cambios en ciertas costumbres, incluso en la indumentaria. Es lo que ocurrió con los grandes vestidos y sombreros de las señoras, casi imposibles de utilizar si querían conducir, o los sombreros de los hombres, también bastante incómodos y que fueron sustituidos poco a poco por gorras más cómodas.
Los zapatos tardaron más tiempo en adaptarse a esta nueva necesidad del automóvil y una vez más tuvo que ser Italia, la cuna del diseño, la que diera solución a esta necesidad. Los clientes de los deportivos italianos querían un calzado cómodo y versátil para conducir sus potentes coches, pero los botines que utilizaban los pilotos no resultaban elegantes fuera del coche y tampoco muy fáciles de poner y quitar.

Una patente italiana
Gianni Mostile, un empresario del calzado y gran aficionado al automóvil, patentó en 1963 lo que él definió como "car shoe" y la marca con el mismo nombre, unos mocasines flexibles con una suela formada por puntos de goma que se extendían hacia el talón. Habían nacido los primeros drivers. La marca y sus curiosos zapatos pronto se convirtieron en objeto de culto por parte de la alta sociedad y, por supuesto, de los conductores. El detalle de la suela hasta el talón proporciona un agarre suplementario, perfecto a la hora de conducir con un apoyo perfecto para evitar que el pie se deslice.

Infinidad de fabricantes en todo el mundo han evolucionado ese diseño con suelas de goma para sus drivers, en algunos casos realizados por marcas de neumáticos y ahora con materiales procedentes de neumáticos reciclados, lo que también ha permitido abaratar su precio. El diseño original de la suela de puntos de goma sigue siendo una patente de Car Shoe, que fue adquirida en 2001 por el grupo de moda Prada. Los Car Shoe, que la marca define como los primeros y auténticos drivers, se siguen fabricando de manera artesanal, con un precio bastante elevado y son proveedores de algunas firmas de lujo, como el caso de Lamborghini.