Motor

Volvo Car recortará 3.000 empleos a nivel global, el 15% de su plantilla total

  • En Suecia planea despedir unos 1.200 trabajadores  
  • Busca ejecutar un plan de acción para ahorrarse 1.600 millones 
  • El fabricante reduce su beneficio neto un 73% en el primer trimestre 
Volvo EX30 en el Salón del Automóvil de Pekín | Bloomberg
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La sacudida provocada por la baja demanda de vehículos eléctricos a nivel global y la política comercial de aranceles de Donald Trump siguen sacudiendo al sector de la automoción, que este lunes se ha marcado un nuevo capítulo con un otro fabricante que se une a la lista de los que llevarán a cabo despidos. En este caso, la empresa sueca cuyo dueño es el grupo chino Geely, Volvo Car, ha anunciado que recortará en torno a 3.000 puestos de trabajo a nivel mundial, es decir, el 15% de su plantilla total de oficina, siendo el principal país afectado Suiza, donde reducirá su plantilla en 1.200 puestos de trabajo.

La empresa no ha dado detalles hasta el momento de los otros países, donde recortará los otros 1.800 puestos de trabajo. Sin embargo, detalla que serán alrededor de 1.000 puestos actualmente ocupados por consultores los que eliminará, estando la mayoría en Suecia.

El fabricante sueco, que ha avisado que el número de recortes de empleo en todas las regiones se determinará "en el próximo período" cuando la empresa haya finalizado la revisión de toda la organización y determinado su nueva estructura, ha dicho que tiene como objetivo llevar a cabo estos despidos durante otoño de este año. Asimismo, la empresa ha anunciado que ya ha comenzado negociaciones con los sindicatos pertinentes y notificará de todo esto a las autoridades suecas del mercado laboral.

Los recortes forman parte del plan de acción para reducir costes anunciado por la empresa el pasado abril para volverse una empresa más eficiente, con los que quiere ahorrarse 18.000 millones de coronas suecas (1.661,23 millones de euros al cambio actual). En concreto, el grupo ha incluido entre los recortes a puestos de consultoría y operaciones en todo el mundo. Además, la marca sostiene que los recortes son necesarios, ya que busca mantener su rentabilidad en su estrategia a largo plazo.

"Las medidas anunciadas hoy han sido decisiones difíciles, pero son pasos importantes para construir una Volvo Car más fuerte y resiliente", ha declarado el recién retornado Håkan Samuelsson, presidente y director ejecutivo de Volvo Car. Justamente el directivo cogió nuevamente el mando de la empresa en abril para dar un golpe de timón, y mejorar la estabilidad de la empresa frente a un panorama incierto alimentado por los aranceles del 25% que ha impuesto Estados Unidos a las importaciones de automóviles. Este es un mercado clave para el fabricante, por lo que, a pesar de que tiene una planta en el estado de Carolina del Sur, el grueso de sus ventas sigue siendo exportado.

Samuelsson estuvo al frente de Volvo Car desde 2012 a 2022, cuando la empresa vivió mejores años, se consolidó como una marca global premium, y comenzó a cotizar en Bolsa. El directivo después pasó a ser presidente de la nueva marca de coches eléctricos del grupo Polestar, en 2024.

Además, Volvo ha explicado que esta reestructuración de hasta 1.500 millones de coronas suecas (138,44 millones de euros) afectará los resultados financieros de la compañía para el segundo trimestre de 2025, y sus efectos se harán notar a partir del cuarto trimestre de 2025 y hasta 2026.

Caída del 70% en beneficios en el primer trimestre del año

Volvo Car además ya venía de un mal momento, el grupo registró un beneficio neto de 1.000 millones de coronas suecas (92,29 millones de euros) en el primer trimestre del año, un 73% menos que en el mismo período del ejercicio precedente. Sus ventas cayeron un 6%, hasta las 172.200 unidades y, por tanto, su cifra de negocios se desplomó un 12%, hasta las 82.900 coronas suecas (7.650,87 millones de euros). Asimismo, su ebitda cayó un 24% hasta los 7.700 millones de coronas suecas (710,64 millones de euros) y su beneficio operativo un 60%, hasta los 1.900 millones de coronas suecas (175,35 millones de euros).

Sobre Volvo sigue recayendo el impacto que están causando los aranceles a las importaciones de automóviles a Estados Unidos, a las que se suman menores volúmenes de ventas, junto con la mayor presión sobre los precios que están afectando a su rentabilidad. Por esta situación, Volvo ha decidido no proporcionar una previsión financiera para 2025 y 2026.

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