
Antaño era habitual ver coches en la calle protegidos por una funda porque se movían poco aunque ahora esa práctica en exteriores casi ha desaparecido.
Aunque hay detractores que piensan que la funda daña la pintura de los coches, protejer nuestro coche si se utiliza poco es una buena idea siempre que tengamos en cuenta varios factores, como si va a estar en exterior o interior, el clima que va a soportar y, sobre todo, la calidad de esa funda que vamos a adquirir. La mayoría de los fabricantes "premium" ofrecen fundas de calidad hechas a medida para sus modelos, la mejor opción porque se adaptan perfectamente a los contornos de la carrocería, no arrastran, no se quedan cortas y no se "vuelan" si están exterior en cuanto viene algo de viento. En el mercado existen fundas de excelente calidad que aunque no estén hechas a medida para cada modelo, tienen anclajes para su perfecto ajuste.
Lo primero que hay que tener en cuenta es si el coche va a estar en un espacio cerrado o, de manera más o menos intensa, puede sufrir los efectos de la climatología. Existen fundas impermeables diseñadas para exterior, con protección contra los rayos UV y que soportan mejor los cambios de temperatura. Incluso las hay con la suficiente resistencia como para soportar mejor los efectos de una granizada, que no sea muy fuerte, sin producir daños en la carrocería. Las de interior suelen ser de tejidos más ligeros, normalmente de algodón, con una protección diferente pero también deben ser de calidad.

Cuidado con la humedad
Las fundas suelen ponerse cuando el coche va a estar mucho tiempo en un parking o garaje particular cerrado, para evitar el polvo o la suciedad acumulada. Un factor determinante en estos espacios cerrados y muchas veces subterráneos, suele ser la humedad que puede producir condensación por debajo de la propia funda si no es todo lo transpirable que debiera. Esto provocará que la humedad se adhiera a la carrocería de nuestro coche y a la propia funda y puede dar lugar a la aparición de moho y, en casos extremos, hasta corrosión.
Otro efecto negativo si el coche se encuentra en un recinto abierto es que la humedad por un lado y la incidencia de los rayos de sol hagan que la funda, si no es de buena calidad, acabe transfiriendo parte de su color a la pintura del coche, algo que es difícil de arreglar. Merece la pena gastar algo más de dinero en una funda que se ajuste bien a nuestro coche y sea de calidad, de lo contrario puede ser peor poner una mala que no ponerla.

Proteger la protección
Es importante que cuando pongamos la funda nuestro coche esté lo más limpio posible. La funda nos ahorrará más de un lavado pero también acumula suciedad por lo que también habrá que lavarla cada cierto tiempo, sobre todo porque cada vez que la quitemos y la pongamos el polvo y la suciedad irán a parar a nosotros mismos. Es importante comprobar en las características de la propia funda que es lavable en casa de manera sencilla, en la lavadora.