Motor

La Guardia Civil advierte sobre la importancia de este elemento de tu coche ante el inminente cambio que llega a finales de marzo

Coche de la Guardia Civil de Tráfico | Fuente: iStock

El último fin de semana del mes de marzo, más concretamente durante la noche del sábado 29 al domingo 30, entrará en vigor el horario de verano. Para cumplir con la normativa comunitaria, los relojes se adelantará y a las dos serán las tres.

Esta modificación puede resultar peligrosa para los conductores, puesto que puede causar desajustes en su organismo, como por ejemplo: sueño, fatiga o distracciones. Los tres o cuatro días siguientes al cambio se pueden producir alguno de estos síntomas, pudiendo afectar considerablemente a la conducción diaria y a la seguridad vial.

Con el adelanto de los relojes, los días pasarán a ser más largos. Sin embargo, amanecerá y atardecerá más tarde. Por esta razón, los conductores deberán volver a acostumbrarse a coger el coche con poca luz en las horas iniciales del día y con más fatiga en las últimas.

Teniendo una clara ausencia de luminosidad en las primeras horas del día, las pupilas de los conductores se dilatarán, lo que provoca que el ojo trabaje más con la retina periférica. Pero, ¿qué quiere decir esto? Simplemente, la persona sufrirá una ligera miopía nocturna, lo que aumenta el riesgo al volante.

La importancia de las luces

Teniendo en cuenta que la información que recibe el conductor llega en un 90% a través de los ojos, considerar estas nuevas condiciones resulta imprescindible para afrontar una conducción segura.

Por este motivo, revisar el sistema de iluminación para que esté en perfectas condiciones es primordial. La DGT explica que circular de día con las luces cortas encendidas recude en hasta un 10% el riesgo de sufrir un accidente.

Los motivos, como bien recalca la Guardia Civil en una publicación en sus redes sociales son:

  • Aumenta la distancia de detección: esto permite a los conductores tener un margen de seguridad mayor en los adelantamientos.
  • Mejora la identificación de los vehículos y las estimaciones sobre la velocidad: los coches con las luces encendidas se perciben más cercanos que los que no las llevan.
  • Incrementa el contraste visual entre los vehículos y su entorno: con las luces encendidas, un coche oscuro se puede vislumbrar a 170 metros.

En caso de que un vehículo no tenga luces de conducción diurna de serie, se recomienda llevar encendida las de cruce a lo largo del día cuando se circule por carretera, puesto que permite ser visible para el resto de conductores.

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