La marca francesa DS, integrada en el grupo Stellantis ha conseguido hacerse con un hueco en el mercado de los vehículos premium. Aporta un estilo más exclusivo, un gran confort de marcha y a esto suma una avanzada tecnología. Este DS4 Hybrid es un perfecto ejemplo del buen hacer de la marca, un compacto especial con etiqueta "eco".
DS ya tiene cuatro modelos en el mercado, el DS7 con el que comenzó su historia reciente, DS3, DS9 y DS4. Los cuatro modelos han tenido una evolución muy diferente por el nicho de mercado al que van dirigidos. El DS7, desde el principio, ha sido un modelo muy bien acogido en el mercado por aquellos clientes que buscan un coche grande, amplio y lujoso.
Un vehículo de tipo SUV, con su carrocería más elevada, que desde el principio ha destacado por sus variantes híbridas enchufables. Estas han sido muy demandadas por esos clientes que no buscan un modelo alemán, pero que quieren exclusividad y lujo en los detalles, sin renunciar a la tecnología más avanzada.
Con este mismo concepto de vehículo premium, pero basado en una carrocería de berlina clásica, otra de las opciones de DS es el DS9. Este no ha tenido una acogida demasiado buena en los mercados, porque cada vez menos clientes optan por las berlinas y porque los pocos que lo hacen son más tradicionales y quieren las marcas alemanas de siempre.
DS7 y DS4, los ganadores
El DS3 tampoco ha tenido una muy buena acogida porque en un segmento B como este, la diferencia de precio entre un vehículo generalista y otro premium con mucho más equipamiento y detalles exclusivos es muy elevada. Y eso hace que se vendan pocos coches de este tipo.
Pero si hay un coche con un gran éxito en la gama de DS, ese es el DS4, el que hemos probado esta semana. Tiene las dimensiones justas, las de un modelo compacto con el espacio suficiente en su habitáculo y con un maletero muy razonable. Con estas medidas es un vehículo ideal para moverse por la ciudad con soltura, pero que permite salir de la ciudad y moverse con mucha agilidad en todo tipo de carreteras.
Además, por su esquema de suspensiones, es un vehículo que se mueve muy plano, no hay balanceos de carrocería y proporciona una magnífica sensación de conducción. Es un coche de verdad para poder disfrutar de la conducción en todo momento.
Buena robustez estética
Tiene además unas formas muy bien pensadas que le proporcionan una robustez estética de primer nivel y el aspecto de ser un coche muy bien asentado sobre el asfalto. Desde la primera vez que vi en directo un DS4 pensé que me recordaba a un Lancia Delta Integrale, un verdadero icono del automóvil. Lógicamente, no tiene los pasos de rueda traseros tan marcados, pero si juega con este aspecto visual de robustez en esa parte del vehículo.
Estas formas exteriores marcan también su interior. Aunque ofrece un espacio para las piernas en las plazas traseras bastante justo, estas plazas son bastante cómodas. Tampoco su cota de altura es de las mejores del segmento, por la escasa altura del vehículo (solo 1,47 metros). Eso hace que incluso su acceso al interior en las plazas traseras sea un poco más complicado de lo previsto. Pero una vez instalados, se viaja muy a gusto.
En cuanto a su maletero, tiene unas formas muy regulares, lo que siempre se agradece. Además, con sus 440 litros se posiciona entre los mejores del segmento. En cualquier caso, en este sentido no puede compararse con los SUV de tamaño equivalente, que por su configuración siempre tienen más espacio.
Lo que me parece más destacable es la gran calidad percibida que transmite este DS en el mismo momento de abrir sus puertas. Todo está muy bien terminado, con buenos materiales, y los ajustes son como se espera en un vehículo del segmento premium. Es más, incluso diría que en este sentido me ha gustado más el interior de este DS4 que el de algunos de sus rivales de origen alemán, que son la referencia en el segmento. Además, aporta un diseño muy diferente, con lujo asociado con tecnología.
Cuadro de instrumentos reducido
El cuadro de instrumentos es un poco pequeño, sobre todo comparado con el caso de Mercedes y su Clase A. Es un cuadro muy conciso y sencillo de utilizar y entender, pero si fuera más grande permitiría sacar un mayor partido de aspectos como la visión nocturna, una avanzada tecnología que ofrecen muy pocos coches, pero entre ellos el DS4.
Esta versión que hemos probado en esta ocasión es, además, la más interesante en los tiempos que corren. Por supuesto, si queremos gastar más dinero siempre podemos optar por una variante híbrida enchufable con 225 caballos. Pero, como ya les he dicho muchas veces, esta alternativa de sistema microhíbrido de Stellantis, con su caja de cambios electrificada, me parece magnífica. Y para los que buscan el menor consumo, en la gama se ofrece una variante de gasóleo, de 130 caballos.
Este DS4 es un vehículo premium, confortable, lujoso, bien equipado. Y en este contexto no tendría sentido poner un pequeño motor tricilindrico de acceso a la gama. Esa versión de motor no estaría a la altura de lo que este coche representa. Esos 136 caballos con un cambio manual se quedarían muy justos y no tendría mucho sentido en un coche de este tipo. Y por ello ni se ofrece esta opción. Pero ojo, gracias a esa caja electrificada, con esos 29 caballos o 50 Nm adicionales que aporta, ya si es una opción interesante.
Magnífico dinamismo
Su comportamiento dinámico es muy bueno. Si ven la ficha técnica verán que la potencia de este modelo es la misma, 136 caballos. Pero es que al ser un sistema mild hybrid no suma la potencia eléctrica de su caja de cambios con la potencia efectiva real del coche. Y de ahí que su cifra de potencia sea la misma, de 136 caballos.
Pero su empuje es totalmente diferente. Cuando el motor está funcionando a 2.200 vueltas, en quinta y queremos acelerar, eso supondría un importante coste adicional de combustible en una versión convencional. Además, proporciona una capacidad de aceleración mínima (eso ocurre en cualquier motor, pero más aún en uno tan pequeño como este de 3 cilindros).
Sin embargo, gracias al sistema híbrido, en el mismo momento que pisamos el acelerador, esos 50 Nm actúan, el coche acelera rápido y consigue el empuje necesario para, por ejemplo, hacer un adelantamiento. Y lo mejor es que este "acelerón" se hace sin coste adicional, puesto que es energía que está almacenada en la batería de 48 voltios.
Esta versión con caja electrificada del Grupo Stellantis me parece una magnífica idea y lo que me extraña es que otros fabricantes no hayan aplicado esa misma tecnología. Porque algo que no he comentado es que, además, al llevar esta caja electrificada, el DS4 Hybrid cuenta con etiqueta "eco", algo muy importante para los usuarios de las grandes ciudades.
Su comportamiento dinámico es excelente, el coche va pegado al suelo y es muy difícil que nos encontremos en una situación delicada. Además, sus llantas de 19 pulgadas le proporcionan una precisión de guiado muy buena, no hay una excesiva deriva. Su comportamiento es de primer nivel y perfectamente comparable con el de los modelos alemanes. Las suspensiones filtran muy bien las irregularidades de la carretera y es un buen coche para poder hacer viajes largos. Y por ello una alternativa a los equivalentes de Audi, Mercedes o BMW.
Ficha técnica DS4 Pallas Hybrid
Motor de gasolina: 3 cilindros en línea
Potencia máxima: 136 CV
Cilindrada: 1.199 cc.
Combustible: gasolina
Cambio: automático de 6 marchas electrificado
Potencia eléctrica: 29 CV
Velocidad máxima: 203 km/h
Aceleración de 0 a 100 km/h, 9,4 segundos
Tracción: Delantera
Consumos homologado WLTP en ciclo combinado 5.2 litros/100 km.
Dimensiones (longitud/anchura/altura), 4,40 x 1,83 x 1,47 metros
Capacidad maletero: 440 litros.
Peso en vacío: 1.520 kg.
Precio: Desde 38.450 euros.