
Durante la época invernal, el uso de la calefacción del automóvil se convierte en un acto prácticamente obligatorio, sobre todo si nuestro vehículo no duerme en garaje.
Desafortunadamente, ni los mejores sistemas de climatización funcionan de manera instantánea, por lo que es inevitable pasar unos minutos de frío dentro del vehículo hasta que este coge temperatura.
Sin embargo, existen maneras para que este sistema comience a funcionar —en este caso, a calentar— lo antes posible.
Unos minutos de frío
Es habitual entre los conductores que, nada más arrancar el vehículo, activen la calefacción de inmediato. Muchos de ellos, además, lo hacen a la máxima potencia posible y a la mayor temperatura que admite el sistema. Pero esta acción no es la más óptima.
Al hacer esto, lo único que conseguiremos es que salga aire frío y gastar combustible (o consumir batería en el caso de que sea un vehículo electrificado) de manera innecesaria.
Por tanto, la mejor manera de que el vehículo entre rápidamente en calor es no activar la calefacción nada más arrancar, sino encenderla pasados unos minutos desde que se arranca el vehículo.
De esta forma, se conseguirá que el habitáculo del vehículo alcance una temperatura confortable antes y, de paso, conseguiremos ahorrar algo de combustible.