
Los dos principales rivales en disputa del Mundial de Rallies-WRC, Hyundai y Toyota, han montado un espectáculo conjunto en Corea -y repetirán en Japón-; una "Alianza de Entusiastas de los Coches", que va más allá del entretenimiento.
Quien diga que no hay peor enemigo que un vecino, puede comprender lo que supone para una empresa coreana disputar con una japonesa. Son rivales feroces en el mercado (Toyota y Hyundai ocupan la primera y tercera posición mundiales por volumen). Son rivales enconados en el WRC, el Campeonato del Mundo de Rallies. El título lo obtendrá una de ambas marcas, en la última prueba, que se disputará en Japón a finales de noviembre) Sin embargo, en un atípico espectáculo automovilístico al unísono, han organizado un evento en Corea (y repetirán en Japón) "Unidos por primera vez". Una manera de dejar patente que el enemigo está fuera.

"Con esta colaboración, Toyota y Hyundai se comprometen a "inspirar la pasión por el automovilismo" y a "defender un espacio para los coches en la sociedad actual", expresó Toyoda, presidente de Toyota. Cargado de simbología, arrancó su intervención con un simbólico "Saranghaeyo" en coreano, que significa "te quiero".

Ambos gigantes han desarrollado el evento 'Hyundai N x Toyota Gazoo Racing Festival', la muestra de una alianza que busca asegurar el futuro del automóvil mediante el fomento del automovilismo deportivo. El encuentro, celebrado en el Everland Speedway en Corea, quería ser un mensaje directo a favor de la "preservación de la automoción" en un contexto de creciente regulación y puesta en cuestión de la necesidad del automóvil en el futuro.
El evento buscó fortalecer la "cultura del motor en Corea del Sur", especialmente entre los jóvenes. Para ello, había actividades tan inmersivas como poder subirse con pilotos de renombre a coches deportivos y de competición de ambas marcas, incluido un WRC-taxi.

El festival reunió a más de 2800 entusiastas del motor, quienes tuvieron la oportunidad de ver en acción las creaciones de las divisiones deportivas de ambas marcas, Hyundai N y Toyota Gazoo Racing.
El presidente Toyoda hizo de "taxista-WRC", en su calidad de "maestro" en conducción (el máximo nivel de un piloto en Toyota) en demostraciones con Euisun Chung, presidente ejecutivo de Hyundai, en el asiento del copiloto. Todo simbólico, dando a entender el respeto entre dos empresas que miran en la misma dirección y que para ambas el automóvil puede seguir despertando fascinación.

De fondo, intentar que el automóvil de calle, siga siendo relevante en un mundo en transformación. "Con esta colaboración, Toyota y Hyundai se comprometen a inspirar la pasión por el automovilismo y a defender un espacio para los coches en la sociedad actual", expresó Toyoda.

Para ambos fabricantes, la colaboración no es solo un símbolo de unidad frente a los actuales momentos inciertos, sino una estrategia para impulsar también la popularidad de coches de altas prestaciones, con alma, y para promover un modelo de movilidad que mantenga viva la conexión entre el conductor y el vehículo. En palabras de Chung, "con el crecimiento del mercado eléctrico, queremos asegurar que la emoción del automovilismo y la experiencia de conducción no se pierdan".

Todas las ganancias se habrán donado a la Asociación de Automovilismo de Corea (KARA), un gesto que subraya el propósito de Toyota y Hyundai de revitalizar el automovilismo en la región. Como diría el espíritu olímpico, lo importante es participar, y las empresas que se embarcan en competición, parece que los rivales no son los contrincantes, sino los que están fuera.
