
James Bond no solo tiene los mejores gadget para su día a día, también conduce algunos de los mejores coches que existen, concretamente, los distintos Aston Martin que han pasado por sus manos a lo largo de 60 años de películas. Hoy, nos sentimos él por un día tras ponernos al volante del nuevo Vantage.
Este nuevo Vantage con motor delantero y tracción trasera ofrece una potencia top para su segmento, 665 CV y 800 Nm de par gracias a un motor V8 biturbo de 4 litros y un reparto de peses entre ejes del 50%.
Con un chasis y sistema de propulsión perfeccionados, la conducción implica todos los sentidos y capacidades del conductor, que en condiciones de lluvia extrema como lo probamos, pone a prueba la destreza y concentración de quien lo conduce en caso de querer hacer una conducción más dinámica, eso sí, con uno de los modos de conducción clave para estos casos: WET.
Elementos como los amortiguadores adaptativos (de mano de Bilstein) o el diferencial trasero electrónico, suben el nivel de sensaciones que se logran transmitir al conductor y el copiloto tanto en la conducción relajada como en la deportiva, y, sin renunciar al lujo y comodidad de un vehículo como este, ofrecen un desempeño totalmente deportivo en todo momento.

Pero como si de una misión se tratase, para llevar todo a cabo hacía falta el equipamiento necesario, y es por ello que es tan clave otro aspecto como este: los neumáticos que equipamos en este Vantage, los Michelin Pilot S5 hechos en exclusiva para Aston Martin Lagonda.
Todo esto permite que un deportivo de la clase y magnitud del Aston Martin Vantage, logre una velocidad máxima de 325 km/h y una aceleración de 0-100 km/h en tan solo 3,5 segundos, unas prestaciones que sin duda, no dejan indiferente a nadie tanto dentro como fuera del vehículo.
En el interior, la disposición del habitáculo es totalmente nueva, con una calidad, estilo y sofisticación que incluso superan las expectativas que cabría esperar de una marca tan refinada como lo es Aston Martin, unos asientos tan deportivos como confortables se suman a un sistema de infoentretenimiento de última generación, donde destaca el equipo de sonido firmado por Bowers & Wilkins que, tras poner la canción Skyfall de Adele, uno logra meterse de lleno en la piel del agente del MI6.
Pero además del Vantage, también tuvimos la oportunidad de conocer en persona el nuevo Vanquish, concretamente la unidad que estuvo presente en la premiere mundial de Venecia con figuras relacionadas con la marca como George Clooney o Daniel Craig entre otros, y cuyos detalles de contábamos hace apenas un mes.

Al volante de una obra de arte
Llega la hora de la verdad, y con una carretera mojada y una lluvia que haría que se anulase un Gran Premio de Fórmula 1, nos ponemos al volante de este Vantage al que deberemos domar para ser dignos de controlar sus alas.
Lo primero que se siente al entrar al coche es lujo, un confort superior transmitido por la calidad de los materiales empleados y el trabajo artesanal detrás de la elaboración de un habitáculo, donde todo está pensado para obtener el máximo confort sin restar deportividad a un vehículo como este.
Con unos asientos deportivos en cuero con ajustes electrónicos al igual que en el volante, independientemente de la constitución de la persona que conduzca, el Vantage se adapta a este para optimizar su postura al volante y estar cómodo en todo momento, provocando que las horas parezcan segundos, y haciendo que lo único que desees entonces mientras disfrutas de la conducción, es que esa carretera que se extiende ante tus ojos y que se pierde en el horizonte nunca se termine.
El volante, que comparte con el resto de modelos de la gama, se adapta perfectamente a las manos, un elemento pensado a conciencia en las oficinas de Gaydon, para no perder un ápice de agarre cuando se coloca el coche en modo Sport + o incluso Track. A través del selector giratorio situado en la consola central junto al tipo de escape, se pasa a una conducción donde el límite depende de uno mismo, el escoger hasta donde llevar el coche depende de las capacidades y el valor de uno mismo. Pero eso es lo que hace especial al Vantage, que puede ser un coche de uso cotidiano y tranquilo a la vez que sabe sacar las garras cuando es necesario, haciendo que no tema enfrentarse a caballos y toros.

Pero es aquí donde comienza la diversión de verdad, cuando el coche comienza a rodar y uno no puede evitar esbozar una sonrisa. En rectas el sonido es algo singular, sin resultar ensordecedor como en otros modelos de estas características, se siente toda esa capacidad que rinde el V8 biturbo, pero es cuando comienzas a tomar las curvas cerradas que ves de lo que es capaz el Vantage y de que la tracción trasera, se hace notar.
El dinamismo es otro nivel, incluso sin pasar de los 100 km/h en carretera la sensación que transmite es de una velocidad superior. La dirección y los frenos son tan precisos que, junto a la entrega de potencia del motor, te permite apurar las curvas sin miedo o bien jugar con la trasera y girar algo el coche, si es que se tiene el valor para hacerlo.
Tras algo más de dos horas de ruta solo podemos pensar una cosa: cuantas horas más podemos seguir rodando con él. Siendo un deportivo de grandes prestaciones, lejos de estar incómodos o cansados, lo que se siente es la capacidad de poder seguir horas y horas conduciendo un biplaza donde al reinar el confort, las horas no pasan y se convierten en segundos.

Aston Martin, fiel a su historia y a los amantes del automovilismo
Pero no es que Aston Martin haga las cosas bien desde que Lawrence Stroll la adquiriese, que también ha sido un soplo de aire fresco, si no que esto viene de años atrás, donde la marca pese a hacerse eco de las tendencias del mercado, siempre ha sabido adaptarse a ello siendo fiel a su esencia y mantiendo una firma propia.
El Aston Martin Vantage es especial, mucho de hecho y no solo por un diseño clásico reinventado pero fiel a su historia, o por un comportamiento único característico de la marca, sino porque en un mundo donde las marcas cada vez apuestan más por la electrificación o los hipercoches de más de mil caballos, Aston Martin ha escuchado a los amantes del automovilismo y les ha dado lo que querían.
Este modelo ejemplifica el cómo una marca con un legado histórico y ahora, capaz de ganar carreras en diferentes disciplinas con el Vantage GT3, el AMR24 o como seguro ocurrirá con el futuro Valkyrie LMH (lo que también ha hecho que uno de cada cuatro clientes escoja el color Podium Green para su Aston Martin), ha sabido aprender de cada proyecto en el que ha participado y lo ha plasmado en un coche tan lujoso como deportivo.