El filtro del aire acondicionado es un elemento crucial para mantener el aire del interior de un vehículo limpio. Este filtro, compuesto de un material poroso, captura polvo, polen, esporas de moho y otros contaminantes que, sin él, podrían entrar al habitáculo a través del sistema de ventilación.
Por lo general, se recomienda cambiar el filtro de aire acondicionado cada 15.000 o 30.000 kilómetros o, en su defecto, al menos una vez al año. No obstante, el remplazo también está condicionado por las condiciones meteorológicas en las que circula el vehículo, así como por el tipo de uso que se haga del vehículo.
Es decir, si se conduce en áreas con mucho polvo, polen o tráfico pesado, es probable que el filtro requiera cambios con mayor frecuencia. Del mismo modo, si se utiliza en exceso el sistema de climatización —tanto para enfriar como para calentar—, el filtro se ensuciará más rápidamente.
Al olvidar estas referencias y no sustituir el filtro cuando toca, estos suelen mostrar algunas señales que indican al propietario que necesita ser cambiado:
- Aire menos fresco o circulación de aire débil.
- Olores extraños dentro del coche, como humedad o moho.
- Ventilación que no enfría correctamente.
- Ruido en el sistema de climatización.
Cómo sustituirlo
Aunque la sustitución se puede encargar a un taller, no es una tarea complicada; de hecho, hay quienes se atreven a hacerlo en su propio garaje. Su coste suele rondar entre los 8 y los 20 euros.
Para hacerlo, hay que esperar a que el motor esté completamente frío. Con la ayuda de un destornillador, se debe abrir la la cavidad en la que se encuentra. Por lo general, se sitúa en la parte del copiloto, sobre el motor, cerca del cristal delantero y protegidos por una caja cerrada herméticamente por tornillos. Al retirar la tapa, el filtro se puede retirar con facilidad tirando de él. Tras esto, únicamente falta colocar el nuevo en la misma posición y volver a cerrar la cavidad tal y como estaba.
Cambiar el filtro regularmente no solo asegura un mejor aire en el habitáculo, sino que también ayuda a mantener el sistema de aire acondicionado en buen estado y a optimizar el rendimiento del vehículo.