Si alguna vez te has encontrado alguno de tus espejos retrovisores rotos te va a tocar cambiarlo por uno nuevo. Ante esta situación, te contamos cuánto puede costar, si es rentable tratar de arreglarlo y quién se debe hacer cargo de esta reparación que dependerá del autor del incidente.
Aparcar tu vehículo en la calle tiene algunos riesgos como los constantes toques en los paragolpes o la posibilidad de que te rayen tu vehículo, pero una de las partes que también se suele ver más afectada son los espejos retrovisores. Esto bien puede ocurrir porque a algún gamberro le ha parecido buena idea romperlo o porque otro coche te lo ha golpeado tratando de aparcar o simplemente se ha acercado demasiado a tu vehículo mientras iba conduciendo.
Para este último caso, desde hace ya tiempo, la gran mayoría de marcas incluyen retrovisores abatibles eléctricamente que al cerrar el vehículo se guardan para evitar este tipo de contacto. En caso de que tu vehículo no cuente con este sistema, es recomendable que lo hagas manualmente para evitar este conflicto.
¿Cuánto cuesta un espejo retrovisor nuevo?
La respuesta de esta pregunta dependerá del tipo de espejo que cuente tu vehículo. El caso más barato será el retrovisor fijo que uno nuevo de desguace puede rondar los 20-30 euros, aunque dependiendo del modelo puede ser más caro. Si tu retrovisor es eléctrico y calefactable seguramente también cuenta con el aviso lumínico de ángulo muerto y la luz de intermitente, por lo que el precio aumenta hasta los 150 euros. Aunque el caso más caro será el de los retrovisores de cámara, los más nuevos y tecnológicos, que su valor puede llegar hasta los 700 euros.
¿Existe la posibilidad de arreglarlo?
Si el retrovisor está completamente arrancado, lo mejor va a ser cambiarlo por uno nuevo, ya que tratar de arreglarlo, entre piezas y mano de obra va a acabar costando más dinero que comprar uno nuevo. En cambio, si lo único que se ha roto ha sido el espejo sí que será más económico arreglarlo con un espejo nuevo.
Esta reparación constará en retirar el cristal roto y sustituirlo por uno nuevo que concuerde con el modelo del vehículo. Eso sí, las pestañas con las que está sujeto el espejo son delicadas por lo que habrá que tener precaución tanto para quitarlo como para ponerlo de nuevo. Si el espejo es calefactable también habrá que retirar y conectar de nuevo los pines correspondientes. Aunque el mejor sitio para hacerlo si no dispones de material y conocimiento siempre será en un taller.
El culpable, paga la reparación
Si ha sido otro vehículo el que te ha roto el retrovisor, su compañía se deberá hacer cargo de los daños. De esta misma manera, si un vándalo ha sido el causante de este daño será el que deberá pagar los daños. En caso de que el autor se haya dado a la fuga y no puedas tratar con esa persona, dependerá de la póliza con la que cuentes. Si el seguro de tu coche es a terceros, seguramente no se te cubra esta reparación mientras que si lo tienes a todo riesgo sí que estará cubierta.
Y si los daños han sido provocados por ti mismo, ya sea chocando contra la columna de algún garaje o contra otro objeto, este desperfecto solo estará cubierto si cuentas con una póliza a todo riesgo. Al igual que en la situación anterior, si está a terceros, te tocará a ti pagar el retrovisor nuevo.