
Muchos conductores han incorporado el hábito de no rellenar el depósito de su vehículo hasta que no se ilumina el testigo de la reserva, como si fuese una alarma que les recuerda que es la hora de pasar por la gasolinera. Ya sea por comodidad, por costumbre o por un intento de gastar lo menos posible, esta práctica puede terminar siendo mucho más costosa.
"Si eres de los que apuran el depósito y conduces en reserva, deberías dejar de hacerlo. Tu coche puede sufrir averías graves y te pueden sancionar si te quedas sin gasolina en mitad de la carretera", indican desde RACE.
Por un lado, circular en reserva puede conducirnos a no tener ninguna gasolinera cerca y, en consecuencia quedarnos sin combustible. De ocurrir, quedarnos parados en mitad de una carretera puede suponernos una multa de tráfico (de hasta 200 euros), así como el tener que llamar a una grúa que nos remolque hasta una gasolinera cercana.
Por otro lado, moverse con los niveles de combustible en mínimos puede suponer daños para diversos sistemas mecánicos del coche. En concreto, y según explican desde RACE, sobre los inyectores, sobre el aforador y sobre la bomba de combustible.
- Si los inyectores no inyectan gasolina al motor, los muelles se pueden desajustar o se puede descompensar la mezcla en los cilindros.
- Si el depósito se queda prácticamente vacío, el aforador puede quedar adherido al fondo y dejar de señalizar el nivel de combustible correcto cuando se vuelva a rellenar.
- si la bomba no bombea suficiente combustible, puede sobrecalentarse al estar sometida a mayores esfuerzos. Del mismo modo, el filtro de combustible puede colapsarse de sedimentos y no dejar libre el paso de gasolina.