
La marca buscaba en este modelo, un coche eficiente y apto para usarse cada día sin renunciar a una conducción divertida y deportiva, con un diseño aerodinámico y acorde a las prestaciones de este, de modo que también sirva así, como coche de acceso a Alfa Romeo no solo para quienes vienen de otras marcas, si no también, para aquellos que aún no estaban dentro del mundo del automóvil ¿Lo habrán logrado? Te lo contamos.
El diseño exterior que te contábamos al detalle junto al resto de características del Junior hace apenas dos meses, es el mismo que en el Junior híbrido y eléctrico base, por lo que en este sentido, no varía con respecto a otras versiones.
Un motor eléctrico que aventaja a sus rivales
La motorización que incorpora el modelo que hemos probado es el tope de gama dentro de la versión eléctrica, la versión Veloce, que porta un motor que confiere 280 caballos (207 kW) al Junior, con un par máximo de 345 Nm, logrando un 0-100 km/h en 6 segundos y una velocidad máxima de 200 km/h. Además de esto, cabe destacar que la tracción es a las cuatro ruedas tanto en la motorización híbrida, como en las dos eléctricas, además de equipar una batería de ion litio de 51 kW.
La entrega de potencia con esta motorización es buena, la hace progresiva pero sin la sensación que tienen otros coches eléctricos de que le falta entrega de potencia, de hecho, se agradece que pese a la relación peso / potencia y siendo la entrega de par instantánea por lo eléctrico, no sea una sensación tan radical que te pegue al asiento.

Buena autonomía y una gran gestión del peso
La batería de 51 kW le confiere una autonomía combinada oficial de entre 322 y 334 kilómetros, frente a los 398 a 410 de la versión eléctrica base, pero sí, el incremento de potencia, los acabados superiores y lo juguetón que es el coche compensa de sobra esos kilómetros de diferencia en la autonomía. De hecho, tras una media hora de rodaje en el que no le dejamos descanso alguno al Junior y donde la velocidad media era de unos 130 kilómetros por hora con conducción de circuito, la autonomía se mantuvo entre el 70 y el 80%.
Las dimensiones del coche son muy similares a las de los rivales del segmento tales como el Ford Puma, Volkswagen T-ROC o el Jeep Avenger entre otros, concretamente, estas son sus medidas: 4.17 metros de largo por 1.78 de ancho y 1.50 de alto, teniendo un maletero de 400 litros, ampliable a más del triple con 1.467 litros abatiendo los asientos traseros, para un peso total de 1.590 kg, lo que lo convierte en el modelo más ligero de su segmento. Este peso y dimensiones se traducen en la conducción, que lo convierten en un coche muy versátil, con un gran reparto de pesos que logra así un coche fácil y suave de llevar.
Como dato curioso, si levantamos el capó nos encontramos ante lo que parece ser la cubierta del motor, sin embargo si también levantamos esta, dispondremos de un espacio reservado a guardar los cables de carga del coche.

Un interior acorde con las prestaciones y diseño exterior
Lo que más nos ha gustado de este habitáculo es, además de los asientos deportivos (pudiendo elegir entre tela, polipiel, y napa, este último en gris o negro) y los materiales de gran calidad empleados como el alcántara que transmiten un acabado realmente premium, ha sido el botón de arranque, cuya disposición imita a los modelos de carreras y no deja de ser algo diferente en un modelo así, son este tipo de detalles los que gustan.
Entre los ADAS que incorpora encontramos: control electrónico de estabilidad y tracción, conducción asistida en atascos, control de carril, control de crucero adaptativo, freno de emergencia automático con reconocimiento de peatones, tecnología matrix LED o detector de atención del conductor.

Conclusiones tras la prueba
En carretera, este eléctrico no tiene nada que envidiar a un gasolina, ya que el coche se comporta como un verdadero modelo Sport de Alfa Romeo, el agarre que tiene fue lo que más nos sorprendió, digno de un Giulia Quadrifoglio o un 4C, el Junior no se salía de la trazada ni mostraba un ápice de perder la tracción en ningún momento, un coche que deja jugar en circuito incluso si nos pasamos al entrar a una curva o si decidimos ir más allá y lo llevamos algo al límite. Tanto en este tipo de conducción como en una más tranquila para ciudad o viajes, el habitáculo es muy confortable para todos sus ocupantes, la insonorización hace de viajar en este coche algo muy cómodo, el sistema de sonido que incorpora es francamente bueno (Lo probamos conectándolo a través de Apple Car Play, así como con la radio), y la comodidad de los asientos logran que independientemente de la longitud del viaje, sea un placer ponerse a los mandos de este coche.
Ahora, tenemos ganas de ponerlo cara a cara con la versión híbrida, para ver como se comporta esta con sus 136 caballos en un coche que a diferencia del Veloce que permite tanto eso, como una conducción más divertida cuando el conductor lo requiere,está totalmente pensado para el día a día y una conducción relajada.