
De no haber sido por Peugeot, los números 901 habrían pasado a los libros de automovilismo como la denominación del arquetipo de coche deportivo, el más longevo y de los más deseados, pero no fue así.
Cambiar de nombre en el último momento a Alfa Romeo Junior, solo cinco días después de haber hecho el lanzamiento mundial del Alfa Romeo Milano, habrá sacudido muchos cimientos.
La denominación ya se había sometido favorablemente a opinión pública. Al menos, Junior también era una de las posibles denominaciones en la había consenso "democrático". Y también Junior tenía su historia en Alfa, como demuestra que en 1966 ya existió un GT 1300 Junior.

Zancadilla de Peugeot a Porsche
En realidad, hay precedentes muy variados de cambio de nombre de un modelo, después de haberse presentado al público bajo otra denominación. De las más sonadas fue la que dio lugar al bautizo del Porsche 911. Porsche reconocía sus modelos de forma ordenada, con la numeración interna que se había asignado al proyecto. A finales de 1963, Porsche tenía su Tipo 901 listo para presentar al público. Y lo hizo en el Salón de Fráncfort de aquel año. Un salto sustancial respecto a su antecesor, el Porsche 356, que se venía produciendo desde 1948.
La producción en serie del 901 no arrancaría hasta un año después. Como fue tradición durante décadas, la cita de septiembre del Salón de París era bienal, alternando con el Salón de Fráncfort. Así fue cómo en 1964 Porsche se plantó en tierras de Peugeot con su flamante Porsche 901 de serie.

La carrera de aquél Porsche 901 fue corta. Tan solo se produjeron 82 ejemplares. Los que dieron tiempo antes de que Peugeot vetara la denominación empleada por Porsche. Los modelos se Peugeot también se nombraban con tres cifras, con la particularidad de que todas ellas llevaban un cero en medio. Y tenían registrada esta denominación de tipos. Con aquél "cero", la nueva joya de Porsche, el 901, no se podía seguir llamando así.
¿Sabes que es Porsche 992?
Fue entonces cuando decidió renombrar al 901 como Porsche 911. De hecho, funcionó tan bien aquel coche, que la denominación se sigue empleando aún hoy, sesenta años después. Eso sí, para hacerse notar como conocedor del mundo del automóvil y, en concreto, de Porsche, en la jerga se siguen refiriendo a las distintas generaciones por las denominaciones del proyecto. Pobre de ti si dices que tienes un 911 y no sabes que es un Tipo 992 es el actual o que el Tipo 993 fue el último con el motor refrigerado por aire.
Porsche podría seguir designando modelos de competición con el cero intermedio, como hizo con el mítico 908, porque el registro de Peugeot solo se refería a modelos comerciales.

Peugeot no tenía una gama con tanto lujo
En realidad, Peugeot estaba muy lejos de emplear esa nomenclatura 901 en sus modelos de calle. El primer dígito lo empleaba para caracterizar el tamaño del coche, algo que, desde los principios del automóvil, también se ligaba a su categoría y precio. Peugeot 104, 205, 306, 407... fueron modelos populares de la marca a lo largo de los años, crecientes en longitud y estatus. Sin que hubiera ningún Peugeot "setecientos" hasta donde sabemos, los 806 y 807 se refirieron a sus modelos de más capacidad, monovolúmenes, que llegaron mucho más tarde. El Peugeot 902 fue un modelo para Le Mans, como los 905 o 906. El concepto 907 de calle, un coupé biplaza con un V12 de gasolina, nació en 2004 para dar buena imagen del departamento de diseño de Peugeot en busca de clientes externos, antes de ir directo al museo. Por su parte, el Peugeot 908 se contentó con ser un prototipo de superberlina que tampoco se puso a la venta, con un motor Diesel V12 anticipo del que participaría en Le Mans.

Tesla o BYD, disputas por los nombres incluso hoy
Por supuesto, hay y seguirá habiendo conflictos con las denominaciones en todas las marcas, en algún mercado. La entonces perjudicada, Porsche, fue la que logró en 2015 forzar a Aston Martin a cambiar la denominación del Vantage GT3, que había presentado en el Salón de Ginebra, a GT12. Cuando Ford quiso hacer renacer su exitoso Ford GT40 en el nuevo siglo, se tuvo que conformar con llamarlo Ford GT "a secas", debido a un recambista americano.

La respuesta de Ford llegó cuando Tesla decidió lanzar la "E" de su cuarteto de modelos "S-E-X-Y", porque se topaba con Ford Model e (con minúsculas), que era la denominación que luego emplearían en 2022 para su división americana de coches eléctricos. Así surgió el Tesla Model 3, que daba una vuelta especular a la "E". De los casos más recientes, resuenan las asperezas del BYD S7, en clara concurrencia con el Audi S7. No siempre tiene que haber refriegas, cuando no afectan a tu mercado, y así hubo un Ford Torino (aquél de Starsky&Hutch), que coexistió con un Renault Torino en Argentina.
Alfa Romeo Junior, se recordará incluso sin lanzamiento
El escollo de Alfa Romeo con el cambio de Milano a Junior solo será un pequeño tropiezo. Será fácil relanzar el nuevo modelo, el Alfa Romeo Junior, que solo por estos hechos ya ha cobrado protagonismo. Alfa Romeo es capaz de reconocer que lo sucedido no solamente ha propiciado que los periodistas muestren su apoyo mediático y el público haya alabado el nuevo vehículo: con cierta sorna "agradecen al gobierno por la publicidad provocada por este debate".

Probablemente, este caso sonará durante años. Y si alguien tiene en su cabeza el prototipo Opel Junior, que no se preocupe por esta licencia que se ha tomado Alfa con el nombre. Incluso si siguiera registrada, perteneciendo ambas marcas a Stellantis, ningún abogado presentará causa.
Nunca hubo Peugeot 901
¿Y que fue del Peugeot 901? No vio la luz -hasta donde sabemos-, quizá porque no había modelo al que otorgárselo. O quizá fuera como señal de respeto, igual que se hace con los números de las camisetas de los grandes jugadores. Pensándolo en estos términos, pocos coches habrá más icónicos en la historia del automóvil merecedores de congelar su número, que el 901, el rebautizado 911.