
Los equipos de fútbol parecen uno de los escaparates favoritos de los fabricantes de coches. No solo de sus coches, sino de las nuevas fórmulas de movilidad.
A los fabricantes de coches les gusta que se vea a los futbolistas usando sus mejores creaciones. Esperan con ello un efecto mimético entre su legión de seguidores, aunque a menudo solo puedan aspirar a versiones más básicas que las que conducen sus ídolos. Pero no solo patrocinan clubes, también selecciones nacionales. Y no solo "venden marca" en los luminosos del estadio, o modelos concretos comercialmente interesantes. En el último partido entre las selecciones francesa y alemana, pudimos ver cómo se publicitaban posibles modelos de negocio.
Ocupar todas las plazas
"Ningún asiento vacío" (Zéro Siége Vide) es el eslogan que se leía en los luminosos del campo. Con el doble sentido de la grada y el automóvil, la federación francesa de fútbol ha llevado a cabo una iniciativa con Volkswagen para fomentar el uso de coche compartido para llegar a los estadios. Y loa Juegos Olímpicos París 2024 están a la vuelta de la esquina.

Tratándose de la selección, los desplazamientos pueden provenir de la otra punta del país y pretende fomentar que se compartan" gastos, buen humor y debates futbolísticos", como reza en su web. La web es la de la propia Federación Francesa de Fútbol, aunque la esponsorización corre a cargo de Volkswagen.
Premios por poner coche
Uno de los premios -mediante sorteo- entre quienes se registren para ofrecer asientos en su coche para llegar al estadio, consiste, precisamente, en poder ensayar durante un fin de semana un Volkswagen de la gama eléctrica ID. Otros premios actualmente son camisetas oficiales, acceso a la zona VIP o entradas de primera fila. A los aficionados más irreductibles (como buenos galos, herederos de Astérix), tanto al fútbol como a ofrecer su coche, se les brindará una plaza de aparcamiento en el estadio la primera vez que completen 10 trayectos completos.

Quien pone el coche debe crear una cuenta en la Federación. Y para evitar discordias, se puede elegir si se comparte el coche con aficionados del equipo francés o del visitante. Por supuesto, el precio, el número de plazas disponible y si se trata de un trayecto solo o la ida y la vuelta, y los horarios los determina el conductor, aunque se exponen públicamente en la web.
¿Y qué gana Volkswagen? Imaginamos que visibilidad y, de algún modo, conocer si las nuevas fórmulas de movilidad que todo el mundo dice abrazar (el 60 por ciento de los españoles dice estar dispuesto a usar el coche compartido), realmente tiene visos de realidad o de quimera.