Carlos Sainz y Lucas Cruz, a los mandos del Audi RS Q e-tron, han logrado la victoria en la edición más dura del Dakar. Cuarta victoria, lograda con cuatro coches distintos y esta vez en un coche electrificado. ¡Bravo Matador!
La pareja española, Carlos Sainz y Lucas Cruz, ha logrado un nuevo record histórico al conseguir por cuarta vez la victoria en el rallye más duro del mundo, el legendario París-Dakar, hoy solo Rally Dakar, que nuevamente se ha disputado en tierras de Arabia Saudi. Pero sin duda lo más importante es que esta victoria, que les proporciona el cuarto "touareg" para las vitrinas, se ha conseguido con una tecnología rompedora que marcará el futuro de esta competición.
Y es que la electrificación, que poco a poco se abre paso en la movilidad, también ha llegado de la mano de Audi a los rallyes más duros. Si ya de por sí lograr la victoria en esta dura carrera con dos pilotos como Al-Attiyah o Sebastian Loeb ya es un gran éxito, lo es mucho más hacerlo con un coche electrificado. El coche con el que Sainz ha ganado su cuarto Dakar es un vehículo que funciona solo con electricidad, pero que incorpora un motor de gasolina para producir la electricidad necesaria. De otra manera sería inviable recorrer etapas de más de 500 kilómetros solo con la carga de una batería.
El Audi RS e-tron era menos competitivo, en teoría, que los de sus dos grades rivales de cara al triunfo por su mayor peso y su potencia limitada muy similar. Por ello, el equipo Audi se ha enfrentado no solo a la competición en sí, ya muy dura, sino sobre todo a tener que "cargar" con un coche más pesado. Y también con las incertidumbres que planteaba a priori esta tecnología, que ya se utilizó en las dos ediciones anteriores en fase experimental.
Finalmente la victoria ha llegado, y con ello Sainz consigue su cuarto "touareg" y un verdadero récord al haber logrado cada victoria con un coche diferente. Y sobre todo con coches muy distintos entre sí. El primero fue el Volkswagen Touareg, una versión muy modificada del todoterreno de la marca alemana. Unos años más tarde le correspondió a Peugeot con el 3008 DKR, una especie de buggye desarrollado específicamente para el Rallye Dakar. Y lo mismo con su victoria integrado en el equipo Mini.
Victoria con un coche que partía de cero
En todos los casos, el papel de Carlos Sainz y de Lucas Cruz ha sido mucho más importante que el de sus rivales. Mientras que ellos se ocupan de correr, para Sainz el trabajo es todo el desarrollo completo de un vehículo partiendo de cero. Así fue en las anteriores victorias y esta es nuevamente un éxito de trabajo de todo el equipo Audi. Un equipo capitaneado por Carlos Sainz y Lucas Cruz, cuyo objetivo ha sido durante meses hacer un coche ganador.
La tecnología del coche, el Audi RS Q e-tron del Dakar 2024 es única, un coche eléctrico con el generador de la electricidad montado en el propio vehículo. Audi, que está inmersa en la electrificación de su gama de modelos, que ya tiene en su oferta varios modelos eléctricos y electrificados, da con esta victoria un gran paso adelante. Y consigue con Sainz lo que hasta ahora nadie más había logrado.
Un Dakar 2024 muy duro
Esta edición del Dakar, la 46 desde que Thierry Sabine la puso en marcha, ha sido, a juzgar por las declaraciones de los participantes, la más dura de la cinco disputadas en Arabia Saudí. Una prueba con mucha navegación muy complicada, con zonas de mucha arena y con otras zonas con mucha piedra en la que los riesgos eran constantes.
De ahí los problemas que han tenido sus dos máximos rivales, Al-Attiyah obligado a abandonar antes de la mitad de la carrera por problemas mecánicos. Por su parte Loeb también ha tenido graves problemas en la penúltima etapa, al romper una suspensión de su coche, lo que dejó el rallye decidido para Sainz a falta de solo una etapa.
En el caso de Sainz no ha tenido demasiado problemas, más allá de los habituales en la carrera: una de las etapas con varios pinchazos, lo que le retrasó en los primer copases, y algunos errores de navegación, lógicos en esa zona del mundo. Pero el coche del ¡Matador! no ha tenido problemas mecánicos derivados de su tecnología avanzada, que ha funcionado a la perfección.
El "saber hacer" de Carlos Sainz
En cuanto a Sainz, qué decirles más allá de que es un piloto rapidísimo siempre pero que es capaz de mantener la mecánica sin forzar, incluso en las condiciones más extremas. Pese a que otros coches eran algo más rápidos que el Audi, el "saber hacer" del piloto madrileño ha sido una vez más la razón definitiva de esta victoria.
Con ella Sainz, que logró dos mundiales de rallyes en las temporadas 1990 y 1992, se corona con el cuarto título en el Dakar, lo que hace aún más grande su palmarés internacional. Ahora, solo queda una duda, si decidirá afrontar un nuevo reto en el Dakar en 2025, o en otra especialidad, o si por fin colgará su casco y se centrará en seguir a su hijo, Carlos Sainz Jr. en su vida en la Fórmula 1. Sainz, como Ferando Alonso, han marcado la historia del automovilismo español y parece que todavía tienen cuerda para rato.
Esta victoria de Sainz es también un triunfo de todo el equipo Audi. La marca alemana inscribió tres coches para la disputa de esta carrera. Eran tres unidades del RS Q e-tron con sus tres equipos de pilotos y copilotos, Carlos Sainz/Lucas Cruz, Mattias Ekström/Emil Bergkvist y Stéphane Peterhansel/Edouard Boulanger. El objetivo que se planteó el equipo fue lograr la primera victoria de un coche electrificado en esta edición del Dakar.
Un objetivo logrado por el triunfo de Sainz y aunque hay que destacar el abandono de Peterhansel por problemas mecánicos, el trabajo de Ekstrom ha sido el de perfecto guardaespaldas de Sainz. Cada vez que el madrileño ha tenido un problema ha contado con el sueco para protegerle y llevarle hasta esta ansiada victoria final.