
Cuando Elon Musk y sus ingenieros diseñaron los diferentes modelos de Tesla nunca se llegaron a imaginar que las frías temperaturas pudieran ocasionar que varias decenas de coches eléctricos queden atrapados en los supercargadores de la propia marca.
Esto es lo que está sucediendo en Chicago. La ciudad está soportando las condiciones meteorológicas más frías vistas hasta la fecha desde 2019, con temperaturas de -6 grados y sensaciones térmicas de entre -25 y -40 grados.
"Nada. No hay energía. Todavía en cero por ciento", escribió un usuario X, antiguamente Twitter, después de esperar 3 horas un día y otras 3 horas otro día. "Esto es una locura. Es un desastre", relató otro.
Sin embargo, Mark Bilek, de la Asociación de Comercio de Automóviles de Chicago, señaló que a los conductores les faltaba un truco. "Como cualquier tecnología nueva, hay una curva de aprendizaje para las personas", reveló a Fox 32.
@techworldvr1 Teslas abandoned at a charging station due to extreme below-freezing temperatures. A reminder of the challenges EVs face in harsh winters. Stay safe and informed! ???? #tesla #fyp #teslatok #evs ? lovely - lovely
"No se trata de enchufar y usar. Hay que preacondicionar la batería, lo que significa que hay que conseguir que la batería alcance la temperatura óptima para aceptar una carga rápida".
Para ello, Tesla recomienda "activar la configuración climática al menos entre 30 y 45 minutos antes de la salida". "Los tiempos de preacondicionamiento dependen de la temperatura exterior y otros factores. La aplicación móvil le notificará una vez que su vehículo haya alcanzado la temperatura de preacondicionamiento deseada".
Incompatible con el frío
Muchos usuarios de Noruega, donde el Tesla Model S se situó como uno de los coches más vendidos del país, aseguraron en 2013 que su coche eléctrico se quedaba hasta un 25% corto en autonomía con respecto a la promesa de la compañía. De esta forma, algunos de los conductores noruegos del Model S vieron reducir el alcance de sus baterías desde los 400 kilómetros previstos a menos de 300, debido a las crudas temperaturas, según publicó el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en su revista Technology Review.
Pero, ¿por qué ocurre esto? Principalmente, porque el aire frío limita el rendimiento de la batería: las temperaturas bajas afectan, explica TR, a la rapidez con que la energía fluye de la batería y vuelve a entrar en ella, es decir, la cantidad de energía que puede proporcionar para la aceleración y la rapidez con que se puede recargar. Pero, además, también se pierde algo de autonomía porque, al utilizar la calefacción en el interior, se pierde parte de la energía destinada inicialmente a impulsar el coche.
Por otro lado, un ambiente gélido no sólo conlleva una menor autonomía. Una batería fría también limita el frenado regenerativo por el que se utiliza la energía del impulso del coche para cargar la propia batería y que contribuye así a aumentar así el alcance de ésta.