
El sector de la automoción está preocupado por la lenta adopción del vehículo electrificado en España. La patronal de los fabricantes de automóviles y camiones (Anfac) se reunió ayer con el ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Óscar Puente, y esta mañana con el titular de Industria y Turismo, Jordi Hereu, para transmitirle las preocupaciones del sector.
Y es que la cuota de vehículos electrificados (eléctricos e híbridos enchufables) en España cerrará el año 2023 "en torno al 12%". Una penetración que se sitúa un 50% por debajo de la media europea. Para paliar este problema, la patronal ha presentado una batería de propuestas a los ministerios de Transportes e Industria. Entre algunas de estas medidas destaca la aplicación fiscal de un descuento semejante al del Moves III cuando este venza. El pasado mes de noviembre el Gobierno amplió este plan de incentivos a la compra de vehículos eléctricos al 31 de julio de 2024. Dicho incentivo se sitúa en los 7.000 euros en el caso de los clientes particulares y si este achatarra un vehículo de más de siete años la cuantía asciende hasta los 9.000 euros. De hecho, la patronal mantendrá una reunión con el Ministerio de Hacienda la semana que viene para presentar esta batería de medidas fiscales.
De hecho, el cambio en la fiscalidad es una demanda histórica en el sector. Otra de las demandas planteadas por Anfac es la reducción de los impuestos a las empresas a la hora de comprar vehículos eléctricos, dado que es este canal el que más compras aglutina.
"Esta legislatura es clave y nos jugamos el futuro de nuestra industria del automóvil. Lo que no se haga en los próximos dos años llegará tarde. Es fundamental que el nuevo Gobierno dé un paso al frente y se muestre dispuesto a cambios importantes, que es lo que ahora necesitamos", ha explicado el presidente de Anfac, Wayne Griffiths, en un encuentro con los medios. De hecho, el también presidente de Seat y Cupra ha renovado un año su mandato al frente de la patronal. El directivo británico con pasaporte alemán ha explicado que renueva un año más por "primero por la unidad del sector, que es cada vez más fuerte y sólida. Y especialmente con Sernauto y con su presidente, Francisco J. Riberas, al que felicito porque acaba de renovar en la presidencia de Sernauto".
"Segundo, y la más importante para mí, es el compromiso del Gobierno de España para ser aliado del sector de automoción". De hecho, la decisión de Griffiths pasaba por saber la opinión del Gobierno en materia de movilidad eléctrica. Así, el presidente de Seat y Cupra ha apuntado que tanto Puente como Hereu "son conscientes de que el consumidor tiene dudas y quieren favorecer que se vendan más vehículos eléctricos e híbridos enchufables". No obstante, Griffiths ha pedido que estas medidas se incorporen en el primer trimestre de 2024 con el objetivo de no perder más tiempo.
En cuanto a la aplicación de una nueva política industrial, Griffiths ha apuntado que "hay que avanzar en nuevos Perte, y también en potenciar los nuevos factores competitivos, como el desarrollo de la circularidad en la industria y aprovechar la ventaja de España en energías renovables. Y, por supuesto, de poco vale crear estas nuevas líneas de política industrial si perdemos la competitividad tradicional".
Alza de la producción y estancamiento de las ventas
En cuanto al cierre del ejercicio 2023, Anfac considera que la producción ha mejorado este año debido a la mejora en los ritmos de aprovisionamiento, la estabilidad de la cadena de abastecimiento y la evolución de los mercados europeos. Así las cosas, la patronal estima que las fábricas españolas puedan cerrar 2023 con un volumen superior al del año pasado, por encima de los 2,4 millones de unidades producidas, manteniendo el segundo puesto como mayor productor europeo y recuperando la octava posición a escala mundial.
No ocurre lo mismo con el mercado interior. Anfac prevé que el ejercicio finalice 950.000 matriculaciones de turismos, lo que supondrá un incremento del 17% respecto a 2022 y el cuarto ejercicio consecutivo por debajo del millón de unidades. De hecho, esta cifra sería un 24,5% inferior a las cifras de 2019, cuando se alcanzaron ventas por encima de los 1,2 millones de turismos.
En lo que respecta a los comerciales ligeros cerrarán en torno a las 147.000 unidades vendidas, con un aumento del 23%. Por su parte, se prevé que los vehículos industriales, a pesar de no alcanzar los volúmenes prepandemia, aumenten un 24% sus ventas, con 29.000 unidades. Por último, los autobuses y microbuses lograrán mejorar las cifras del año anterior, con un crecimiento del 57% y una previsión de 3.880 unidades.