
El impuesto al CO2 de los automóviles recauda un cuarto de lo esperado en Cataluña. La patronal catalana de la automoción del territorio (Fecavem) presentó este miércoles los resultados del informe sobre el impacto del tributo, que se saldó con una recaudación de 30,25 millones en 2021 y 41 millones en 2022, una cifra muy inferior a la esperada por la administración.
Según pusieron de manifiesto los responsables de la entidad, las cifras a las que aspiraba la Generalitat eran 66 millones en 2021 y 160 millones en 2022.
Fecavem denuncia que el impuesto pone de relieve "las graves carencias y agravios que comporta este impuesto", que este año impactó a 6.65 millones de contribuyentes. Además, sostienen que ha afectado a las matriculaciones de la región, que en 2014 suponían el 15,7% del total del Estado, en 2018 cayeron al 14% y hoy en día ya son solamente del 11,8%.
La patronal denuncia agravio contra los catalanes
La patronal asegura que el impuesto no cumple con los objetivos de recaudación. Además, lamenta el agravio que supone que esta tasa solamente exista en Cataluña frente al resto de comunidades. "Esto significa que el Gobierno de la Generalidad de Cataluña graba exclusivamente a los catalanes y catalanas, mientras que los vehículos siguen circulando igual estén domiciliados fuera de Cataluña", lamenta.
Además, la entidad asegura que esta dinámica implica que caiga el impuesto de circulación, que recaudan los ayuntamientos, al matricularse los coches en otras autonomías.
Si vamos en los efectos directos, este efecto se ha palpado, especialmente, en el sector del renting. En Madrid se matriculan el 94% del total, en Cataluña un 0,5%. Mientras que el alquiler, ligado al sector turístico, Madrid tiene el 68,9% de la tarta y Catalunya se queda con el 4,2%.