
Stellantis anunció hace unas semanas su deseo de probar la compatibilidad de los combustibles sintéticos o e-fuel con sus motores fabricados desde 2014. Ahora, la marca revela la identidad de su socio, Aramco, y unos primeros resultados muy alentadores.
Las dos empresas, Stellantis (que integra a las marcas Citroën, DS, Peugeot y Opel, entre otras) y Aramco, una de las principales compañías energéticas y petroquímicas del mundo, han unido sus fuerzas para probar el desarrollo de combustibles sintéticos. Recordemos que el gigante petrolero saudí Aramco mantiene conversaciones desde hace varios meses con Renault para integrar el capital de Horse, la nueva entidad dedicada a los motores térmicos e híbridos.
Ahora, y tras meses de pruebas en sus centros técnicos de toda Europa, Stellantis ha llegado a la conclusión de que 24 familias de motores europeos vendidos desde 2014 (lo que representa 28 millones de vehículos de la compañía circulando por las carreteras) están preparados para utilizar de forma inmediata e-fuel avanzados como combustible sin necesidad de modificar el motor. Las pruebas se realizaron con e-fuels alternativos proporcionados por Aramco.
El e-fuel bajo en carbono es un combustible sintético que se obtiene captando CO2 directamente de la atmósfera o de una instalación industrial y haciéndolo reaccionar con hidrógeno renovable. En comparación con los combustibles convencionales, el uso de e-fuel con bajo contenido de carbono podría reducir las emisiones de dióxido de carbono de los actuales vehículos de combustión interna en al menos un 70 % durante su ciclo de vida.
Una forma fácil y económica de reducir emisiones
Los combustibles sintéticos comenzaron a ser protagonistas desde que se anunció la prohibición de la energía térmica en 2035 en la Unión Europea, siendo Alemania el país que puso sobre la mesa la posibilidad de contar con esta alternativa al margen de la tecnología eléctrica. En el caso de los motores de Stellantis sería sobre todo el de proveer de combustible e-fuel a los vehículos ya en circulación para que puedan acondicionar sus motores a propulsores más ecológicos.
"Nuestra prioridad es proporcionar movilidad con cero emisiones para todo el mundo enfocándonos en la electrificación. Nuestra colaboración con Aramco es un paso importante y complementario de este viaje, aunque en este caso está dirigido al parque de vehículos actual", ha comentado Ned Curic, director de Ingeniería y Tecnología de Stellantis. "La sustitución de los combustibles convencionales por e-fuel puede tener un impacto enorme y casi inmediato en la reducción de las emisiones de CO2 de los vehículos existentes y ofrece a los clientes una forma fácil y económicamente eficiente de reducir su huella de carbono", añade Curic. Es tan sencillo como elegir un surtidor diferente en la gasolinera y, además, no es necesario modificar el vehículo.
Stellantis calcula que utilizar e-fuel con bajo contenido de carbono en unos 28 millones de vehículos europeos, con motores gasolina o diésel, podría reducir hasta en 400 millones de toneladas las emisiones de CO2 en Europa entre 2025 y 2050. Las pruebas de e-fuel realizadas por Stellantis se centraron en varios puntos, como las emisiones del tubo de escape, la capacidad de arranque, la potencia del motor, la dilución del aceite, el depósito de combustible, etc. Ambas empresas dicen que ha producido resultados alentadores, aunque hay que esperar todavía a su rentabilidad. El proceso de fabricación de estos combustibles sintéticos sigue siendo complejo, caro y consume mucha energía.
El e-fuel, una alternativa que persiguen algunos fabricantes
Junto con el Grupo Stellantis, algunos fabricantes están apostando por el combustible sintético con la finalidad de salvar al motor de combustión interna de la quema programada para 2035.
Porsche es una de las marcas más concienciadas en este proyecto. Ya ha puesto en marcha una planta de producción de estos combustibles en la región de Punta Arenas, en Chile.
Audi es otra de las marcas que apuestan por el e-fuel para seguir vendiendo coches de combustión en 2035. Lleva más de una década apostando por esta tecnología.
Lamborghini por su parte, asegura que su apuesta principal son los coches eléctricos, pero no cierran la puerta motores de combustión interna que funcionen con combustible sintético. Y Mazda fue el primer fabricante de automóviles en unirse a la iniciativa europea eFuel Alliance para promover los combustibles respetuosos con el medio ambiente.
Desde hace un tiempo, la competición se ha convertido en banco de pruebas para los combustibles sintéticos. Dacia competirá en el Rally Dakar 2025 con este tipo de gasolina, e incluso la Fórmula 1 pretende comenzar a utilizar estos combustibles en los próximos años.